Teresa Lanceta se asoma al siglo XIII en el Herreriano inspirada en tejidos funerarios

En este museo ha transformado la Capilla de los Condes de Saldaña en un muestrario textil de las culturas cristiana, musulmana y judía, una aproximación al uso de los tejidos funerarios en la España del siglo XIII. «Cuando vi este espacio, una antigua capilla funeraria, imaginé cómo en aquella época estaría repleta de objetos: Cristo simbolizando la muerte, la Virgen y el niño la vida, velas, pinturas... y, a pesar de todo, este tipo de recintos no eran comidos por lo que contenían, de modo que la propia arquitectura se hace más fuerte», explicó en la inaguración de la muestra que puede verse hasta el 9 de junio.

La conexión de las tres culturas a través de los talleres textiles da pie a la artista a recrear acontecimientos históricos a partir de los tejidos hallados en el Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas (Burgos), donde se hallan los sepulcros de Alfonso VIII y Leonor de Plantagenet, además del pendón capturado por el rey a los musulmanes en la batalla de las Navas de Tolosa (1212). «La cólcedra era una especie de colchón y edredón; con ella se practicaban casi todos los enterramientos de Las Huelgas», apunta.

Se exponen también piezas creadas a raíz del estudio de cuatro tablas al temple de los Plañideros, encontradas en la ermita de San Andrés de Mahamud (Burgos), así como obras textiles que remiten a asociaciones de personajes femeninos como Leonor de Guzmán, María de Padilla o Blanca de Borbón, relegadas o sometidas y cuya desventura histórica es invocada mediante poemas de Anne Sexton, Alejandra Pizarnik y Sandra Santana. Varias composiciones textiles aparecen estampadas con los versos 'Qué haré con el miedo'o 'Dejad que vuestro corazón devore'.

En otro rincón de la capilla se puede ver una vitrina en la que reposan 2,5 gramos de seda teñida con color quermes (actual carmesí), una tonalidad en aquella época solo al alcance de los reyes, cuenta la artista, contraponiéndola a los setenta kilos de ovillos de lana de colores más apagados, asequibles entonces a las clases menos pudientes y colocados en varios palés frente a la codiciada seda tintada. «Valían lo mismo esos 2,5 gramos que los 70 kilos de lana», refirió.

Los tejidos como hilo conductor remiten también a episodios de duelo, como las cartas enviadas desde Francia o Alemania por familiares de soldados a la Oficina de la Guerra Europea creada en 1915 por Alfonso XIII como rey de un país neutral para localizar a desaparecidos o muertos en la I Guerra Mundial.

Esa memoria colectiva de batallas y enfrentamientos fratricidas se extiende hasta la sala 9 del museo con 'El paso del Ebro', con una serie de tejidos y utensilios que sitúan como telón de fondo la batalla más cruenta de la guerra civil española, la batalla del Ebro. También aquí se puede contemplar la serie 'La alfombra española siglo XV', en la que trabajó la artista entre los años 2004 y 2018. Una cartografía de los arquitectos Ester Gisbert y Alfonso Cuadrado relaciona los episodios históricos evocados en ambas salas.

«Ha sido una exposición con mucho sufrimiento por mi parte, tenía un tiempo muy corto para pensar qué hacer y para ejecutar esa idea», destacó la artista sobre una muestra preparada durante casi dos años.

Más allá de batallas y épica histórica, para Javier Hontoria, director del Patio Herreriano, 'El sueño de la cólcedra' sugiere «pequeñas historias narradas desde la intimidad». La concejala de Educación y Cultura, Irene Carvajal, resumió la propuesta de Lanceta como «un viaje hilando el presente con el pasado».

La muestra, con entrada gratuita en todo el museo, puede contemplarse de martes a viernes de 11:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 20:00 h., y sábados de 11:00 a 20:00 h. y domingos de 11:00 a 15:00 h.