La Santa Espina se convertirá en julio en una escuela de arte y espiritualidad
El Observatorio de lo Invisible reunirá a centenar y medio de artistas y alumnos que crearán en torno al lema 'Fuente de agua viva'
El pintor José María Sicilia, el escultor Nicolás de Malla, el director de cine Krzystof Zanussi, el fotógrafo Ignacio Llamas, la actriz Pepa Pedroche o ... el compositor Ignacio Yepes, entre otros, acercarán su experiencia artística al Monasterio de la Santa Espina del 22 al 28 de julio. La cita la organiza el Observatorio de lo Invisible. Tras tres ediciones en el Monasterio de Guadalupe, la Escuela de Verano de Arte y Espiritualidad se muda al cenobio lasaliano.
Luis Argüello, arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal, enmarcó la iniciativa en un «momento social y cultural de muchas búsquedas y falta de certezas». Con la intuición de que «en el corazón humano hay algo invisible a lo que poderse abrazar» la vía de la belleza se abre como camino para encontrar el tesoro escondido «como nosotros llamamos al corazón de Cristo».
El Secretariado de Fe y Cultura nació para impulsar esa vía, para «propiciar el diálogo entre todos» a través de la Fundación Vía del Arte que organiza la citada escuela. Javier Viver, su director, subrayó el carácter «intraconfesional e interdisciplinar» del evento que reúne a alumnos en talleres de artes plásticas, performance, música y cine.
En ese sentido, Argüello recordó cómo la Seminci nació en una iglesia y Las Edades del Hombre construyó un relato basado en nuestro patrimonio. «La aportación de la Iglesia al arte no puede circunscribirse al pasado, por eso alentamos la creación contemporánea. Ya desde la cuarta edición de Las Edades así lo hicimos».
Viver destacó la variedad geográfica de la procedencia de los alumnos, así como su comunidad religiosa. Por su parte, Carlos Polanco, del secretariado de Cultura del Arzobispado de Valladolid, consideró que «la belleza generada por nuestra historia es muy potente», y este tipo de iniciativas «nos invita a hacer llegar a la sociedad nuestra riqueza cultural y patrimonial para conmover a la persona».
El lema de esta cuarta edición es 'Fuente de agua viva', citando a San Juan de la Cruz. Argüello destacó que «rompe el estereotipo de tierra plana y seca que se tiene de Valladolid». En torno al agua crearán un centenar y medio de alumnos, la mayor parte podrá acceder a becas que cubran al menos la mitad de los 600 euros que cuesta la matrícula.
El monasterio cacereño se ha quedado pequeño para esta Escuela que llega con ganas de establecerse en el vallisoletano. Argüello lo consideró ejemplo de colaboración público-privada por cuanto acoge una escuela agraria de titularidad público, una hospedería que regenta una fundación privada y una parroquia de la diócesis.
Completan el cuadro de maestros el director de la Fundación Juan March, Manuel Fontán, el pintor Miki Leal, el poeta Jesús Cotta, el artista interdisciplinar Ernesto Artillo y el experto musical Miguel Álvarez Fernández. Además de los talleres específicos, hay actividades, conferencias y veladas comunitarias cada día. Todo encaminado a aprovechar la doble condición de «personal y universal»del arte en este tiempo secularizado que para Argüello es «tiempo de oportunidad, cada vez hay más corazones inquietos y más búsquedas».
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