Sandra Gamboa lanza en el Herreriano un guiño a la esperanza frente a la depresión

Una cortina formada por hilos de los que cuelgan cápsulas vacías reciben al espectador en un espacio flanqueado por una serie de dibujos de rostros en papel, grafito y carboncillo que expresan emociones. Ha querido Sandra Gamboa, (1974, Bogotá, Colombia) que esta sea la puerta de entrada al universo de la depresión, de una patología cada vez más extendida que deja inerme al ser humano y a ella le ha motivado para crear 'Encapsulados'. En la sala 0 del Museo Patio Herreriano ha colocado la artista colombiana –afincada en Valladolid desde hace 26 años– su proyecto artístico, un guiño a la esperanza frente a lo que callamos en momentos de debilidad emocional. «Con esta exposición quiero sensibilizar al público y romper estigmas en torno a la salud mental, creo que es mejor normalizar y hablar cuando estás mal, tomar medidas para solucionarlo», cuenta la creadora.

En la sala ha dispuesto diferentes atmósferas a partir de islas que agrupan dibujos, instalaciones y la fotografía de gran formato 'Estoy rota' a modo de puzle como «llamada de socorro». En una pared ha colgado cuadros elaborados con blíster de medicamentos y parches de morfina, y en la de enfrente, una hilera de cajas iluminadas con cápsulas de gelatina y alambre de cobre frente a un espejo, «pequeñas piezas escultóricas metidas en una cápsula que se retuercen luchando por saber qué te pasa».

El proyecto en el que ha trabajado Gamboa durante seis años refleja el proceso que he vivido en primera persona, replicando a través de la expresión artística «esa lucha por buscar un espacio y querer salir de un estado en el que no entiendes lo que está pasando». La muestra pretende también ser una llamada de atención a las instituciones, «para que se involucren en los temas de salud mental y que no solo nos mediquen y nos den pastillas para dormir, que se ejerza fuerza para que el psicólogo y el psiquiatra, cuya atención no está al alcance de todos porque es muy costosa, nos puedan ayudar».

Corona el final del recorrido de la muestra un 'manual de empatía', ejemplificando, «que lo que en el fondo queremos es amor, cariño, atención». Acompañada por el director del Herreriano, Javier Hontoria, la concejala de Educación y Cultura, Irene Carvajal, definió la muestra como «una declaración de intenciones de cómo nos sentimos en esos procesos de depresión que pretende visibilizar una enfermedad estigmatizada».

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