Valladolid

La sala de Las Francesas explora la última etapa del Matisse más vital

En la sala cuelgan ochenta litografías, linograbados y dibujos así como una colección de fotografías de Hèlène Adant tomadas en la Capilla del Rosario, en la localidad francesa de Vence, en la Costa Azul, espacio que Henri Matisse (1869-1954) se ocupó de decorar durante cuatro años en los que puso color a las vidrieras, las paredes, incluso a la disposición arquitectónica del edificio, y se ocupó de dar forma y color al diseño de casullas y otros objetos litúrgicos. Sobre su intervención en este recinto llegó a manifestar que su pretensión era que los visitantes sintiesen alivio de espíritu, «que aún sin ser creyentes, se encuentren en un medio en el que el pensamiento se ilumine».

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La transmisión de optimismo a través del arte, que interpretaba como «un calmante mental» para quien lo contemplase es, a juicio de Helena Alonso, otro de los rasgos de este creador que se inspiró en la literatura para ilustrar libros y portadas de revistas. Aquí se muestran algunas de las cabeceras que diseñó para la publicación de artistas 'Verve', donde también colaboraron, entre otros creadores, Picasso y Chagall. «Henri Matisse otorgaba una gran importancia a la reproducción del color, y en el caso de las ilustraciones que realizó para esta revista llegó a requerir hasta 26 pases por imprenta para conseguir exactitud cromática», recuerda la comisaria. Ilustraría también la narración epistolar 'Lettres portugaises' o los 'Poemas' de Charles d'Orleans.

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El retrato es otra de sus fuentes de inspiración a partir de dibujos sencillos con los que captó, por ejemplo, el desamor a partir del rostro de su amigo André Rouveyre tras ser abandonado por su esposa. Una colección de retratos enfrentados de la pareja se exhiben en las paredes de la sala. Otro motivo de retratos fueron los esquimales inuit tras el interés que despertaron durante un viaje del artista a la Polinesia en 1930. Ejemplifica también su gusto por el color una de sus litografías más conocidas, 'La danza', en la cabecera del espacio expositivo.

En esta última etapa de Matisse, la más vital y espiritual, adquieren protagonismo la decoración de textos de poemas donde el diseño de la letra capitular cobra gran protagonismo. Algunos de estos versos pertenecen a San Francisco de Asís y fueron insertados en composiciones litográficas, una de las varias que contiene esta exposición que puede visitarse con entrada gratuita de martes a domingo y festivos, de 12:00 a 14:00 y de 18:30 a 21:30 horas. «Matisse intentó en sus últimos años transmitir un mensaje optimista, sacar lo mejor del ser humano», concluye Helena Alonso.