Un proyecto inclusivo conecta a 18 artistas con 70 creadores con diversidad intelectual de Castilla y León

Este miércoles, la entidad adelantó la celebración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que tiene lugar mañana, 3 de diciembre, con la presentación del 'Book Mirar'. Se trata de un trabajo que aglutina las obras que estos creadores tan especiales han realizado en los centros que Fundación Personas tiene en Aguilar de Campoo, Guardo, Palencia, Segovia, Zamora y Valladolid.

Diecicoho artistas del ámbito nacional e internacional han impartido 17 clases magistrales y talleres interactivos 'on-line' con el apoyo de doce profesionales de la fundación. Así, Miguel Gallardo, Eduardo Fraile, Libera Teatro, Miguel Kobac, Alejandro Garrido, Pico Pao, Gonzalo Coello, el Cuarteto Ribera, Eva García, Alberto Sobrino, Elisa González, Gerardo Vacas, Carmen Cañibano, Adrián Segura, Cristina García, Gusti Rosenffet, María Valdivieso y Hanoch Piven han sabido transmitir a los participantes conceptos, métodos y herramientas para potenciar su propio estilo.

Con el patrocinio de Fundación La Caixa, el proyecto ha tenido como mentor a Leo Harlem, quien ayer señaló que la diversidad «es muy buena» y que detrás de cada una de estas personas hay un artista «de primer nivel». «El arte es el vehículo perfecto para poner en valor vuestras capacidades». Una afirmación que le hizo ganarse una ovación por parte de los presentes en el salón de actos del Museo Patio Herreriano. Como anfitriona, Ángeles García, presidenta de Fundación Personas, agradeció a los artistas su colaboración en este «extraordinario y especial» proyecto «que ha superado todas las expectativas». «Hemos tratado de acercar la discapacidad intelectual al mundo del arte y la cultura. Ha sido un estimulante trabajo que ha fomentado la participación inclusiva y ha eliminado barreras y prejuicios».

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El autorretrato de Chus en el Patio Hererriano

l. n.

«¿Te gusta mi autorretrato?», pregunta Chus Cubero deseosa de recibir un 'sí' por respuesta y orgullosa por el trabajo bien realizado. «He utilizado materiales reciclados como una lata de conserva, varios lapiceros, tapones y algodón. Yo creo que me ha quedado bastante bien», dice mostrando su obra de arte expuesta junto a la de sus compañeros en el salón de actos Museo Patio Herreriano. Son muchos los trabajos que esta vallisoletana de 55 años ha realizado a lo largo de los 17 talleres creativos que han formado parte del proyecto Mirar. En todos, ha puesto lo mejor de sí misma y de todos ha aprendido. El más especial es el que ha dedicado a sus cuatro hermanos, a los que ha dibujado demostrando las nuevas técnicas que ahora domina. Un dibujo en el que también incluye una cariñosa dedicatoria para los suyos: «Mi hermano me recuerda al mar, porque es muy salado. Mi hermana es tan hermosa como una rosa. Mi hermano es tan dulce como la miel. Mi hermana es tan buena como una buena comida». «He aprendido muchas cosas nuevas y técnicas que no conocía, como por ejemplo el barro. Nunca antes había trabajado con él, y ahora es mi material favorito. Me encanta moldear porque es muy suave y puedo hacer muchas figuras, como este mosaico para conmemorar el quinto centenario de los comuneros. Lo mejor de todo ha sido poder compartir tan buenos ratos con todos mis compañeros», afirma con una sonrisa. Para ella, la jornada de ayer resultó muy especial. Le hizo sentirse una artista de verdad y además tuvo la oportunidad de estar cerca de su gran ídolo, Leo Harlem, al que no dejó de piropear: «¡Eres el mejor, Leo!», le decía mientras aplaudía a rabiar cada uno de sus chistes.

El ilustrador Gerardo Vacas, guía artístico del proyecto Mirar, destacó la ilusión que los participantes han puesto a la hora de crear sus obras. «Dibujar es un lenguaje natural que a todos nos sale. Poder dibujar algo de la nada es como ser Dios», les dijo.

A través del arte, Mirar ha puesto el foco en las capacidades, no en la discapacidad. Ha desarrollado nuevas habilidades, ha creado lazos emocionales y ha permitido que las personas con discapacidad intelectual descubran su potencial personal y artístico, creando en ellos una mayor conciencia ecológica con el uso de materiales sostenibles y reciclados. «Este proyecto no representa solo la plena inclusión, sino también la plena ilusión», destacó la creadora Patricia Esquivel, que llegó desde el centro de Fundación Personas de Guardo. Por su parte, Cristina García, 'coach' del taller de arte floral, apuntó que «en este proyecto no se han puesto límites. Ha sido una experiencia única y gratificante que nos ha permitido ver la ilusión de todos. También la frustración ha hecho acto de presencia por el desconocimiento de los materiales y por los pensamientos negativos que a veces nos invaden. Pero tiene mérito que hayamos sido capaces de hacer obras realmente bonitas».

El escritor Gustavo Martín Garzo, que impartió un taller de poesía visual, agradeció la oportunidad de «haber aprendido tanto al lado de estos especiales artistas».