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El arte sacro esculpido en los siglos XVI y XVII y su complementariedad con la pintura religiosa teje el discurso expositivo de 'Darse la mano. ... Escultura y color en el Siglo de Oro', la muestra con la que el Museo de El Prado confronta la imaginería de los grandes maestros con la obra creada por pintores de la época. Del centenar de piezas que pueden contemplarse en esta exposición visitable hasta el 2 de marzo de 2025 en las salas A y B del edificio Jerónimos en Madrid, diecisiete proceden de museos e iglesias de Castilla y León.
El Museo Nacional de Escultura es el centro de la comunidad que más aporta a esta muestra con seis obras de su colección, entre ellas algunas de las más icónicas, como el 'Cristo yacente' y el paso procesional 'Sed tengo', ambas de Gregorio Fernández. También han salido del Colegio de San Gregorio las tallas 'San Juan Bautista' y 'María Magdalena', ambas creadas por Juan de Juni, y 'La Virgen Dolorosa', de Cristóbal Ramos. Perteneciente a la pinacoteca vallisoletana pero depositado en el Museo de Burgos, se expone en El Prado el 'Santo Cristo de Burgos', de Mateo Cerezo.
La participación del Yacente en esta exposición ha llevado al Nacional de Escultura a cubrir su vacío en la sala del Colegio de San Gregorio con el Cristo de la Luz, salido también de la gubia de Gregorio Fernández y trasladado desde la capilla del Palacio de Santa Cruz, donde suele ser venerado por los fieles. «Las piezas retornarán a sus espacios habituales cuando finalice la muestra, a primeros de marzo del año próximo, y estarán disponibles para procesionar en la Semana Santa las que formen parte de pasos de las hermandades. Habrá que fijar un calendario de desmonaje y nos adecuaremos a él», afirma Alejandro Nuevo, director del Museo Nacional de Escultura.
El responsable del centro museístico vallisoletano remarca que la presencia de obras «notables» de la colección en El Prado supone «un privilegio, un ejemplo de la buena salud de las relaciones institucionales entre museos españoles; poder mostrarlas en el corazón de Madrid, en una museo de referencia a nivel mundial es un modo de acercar los fondos del Nacional de Escultura a miles de visitantes que van a disfrutar en una cita expositiva que cuenta muy bien la ligazón entre pintura y escultura en las artes del barroco; los territorios ganan también visibilidad a través del patrimonio».
De Valladolid han salido también camino de Madrid otras obras como 'San Juan Bautista y el banquero Diego de la Haya', de Alonso Berruguete, del retablo de la iglesia de Santiago Apóstol. Y de la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, en San Bernardo, ha recalado en El Prado 'La Sagrada Familia', de Gregorio Fernández, mientras que Nava del Rey aporta desde el convento de Clarisas Capuchinas el 'Cristo del Perdón', de Luis Salvador Carmona.
De la Catedral de Astorga se exhiben en la muestra 'La Virgen de Valvanera', 'Santo Tomás' y 'San Judas Tadeo', talladas por Gaspar de Hoyos, en tanto que Segovia aporta la 'Virgen de la Soledad', de Luis Salvador Carmona, procedente de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, del Real Sitio de San Ildefonso, y un lienzo del 'Yacente' atribuido a Diego de Urbina que ha viajado desde el monasterio de Santa María de El Parral. Otra de las aportaciones es un 'Calvario' de un taller guatemalteco perteneciente a la colegiata de Santa María del Mercado en Berlanga de Duero (Soria), y de Zamora se puede contemplar en El Prado el óleo anónimo 'La Virgen de la Soledad y el alma cristiana', habitualmente en el convento del Corpus Christi de las Madres Clarisas. De Alba de Tormes (Salamanca) ha salido el lienzo de Sebastián de Herrera, 'Cristo de la Victoria'.
Estas diecisiete piezas procedentes de museos y templos de Castilla y León conviven en las salas de la pinacoteca madrileña con grabados, esculturas y pinturas de maestros como Damián Forment, Francisco Salzillo, Juan Martínez Montañés, Gaspar Becerra o Luisa Roldán, entre otros. La muestra está comisariada por el jefe de Departamento de Escultura del Museo Nacional del Prado, Manuel Arias Martínez, que estuvo al frente de la subdirección del Museo Nacional de Escultura entre 1993 y 2021.
Miguel Falomir, director de El Prado, apuntó en la inauguración que la exposición «es una de las propuestas más singulares y fascinantes de los últimos años en el museo». En la actualidad, además de la colección permanente, la pinacoteca ofrece las muestras temporales 'El taller de Rubens', 'Juramentos de papel. El pacto ciudadano en los dibujos de Madrazo' y 'Un paseo botánico por El Prado'.
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