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Los peces incorruptos del Adaja y su conexión con la historia del aguaAldones Nino (Sao Paulo, 1990) ha conocido los ríos Arevalillo y Adaja, el arte mudéjar y las andanzas de Santa Teresa para llegar a comisariar 'La lluvia no viene del cielo'. La tercera entrega de la serie de exposiciones 'Diálogos' reúne obra de 25 artistas ... contemporáneos de procedencias tan dispares como Bali, Argentina, Brasil, Estados Unidos, Francia, Líbano o España. También hay dos piezas de creadores que viven en Arévalo, sede del proyecto Collegium y de la iglesia de San Martín, donde puede verse la muestra.
Nino ha dispuesto de la Colección Adrastus además de préstamos del MUSAC, el Reina Sofía, el Museo de América y el de las Artes y costumbres populares de Sevilla para contar la relación del agua con la vida. Propone a través de las artes plásticas y audiovisuales aproximarse al líquido elemento como savia de la Tierra, memoria en eterno retorno y corriente que no vuelve, sedimento y, a la vez, motor que dinamiza materias, indispensable y también amenazante para los seres vivos.
San Martín acoge entre sus muros del siglo XII las obras del siglo XXI que siempre tienen un germen local. En este caso, los peces incorruptos del río Adaja. Un fenómeno, a caballo entre la leyenda y el empirismo, –algunos lugareños aportan ejemplares que prueban su realidad–, que tiene su origen en un baño de pies o caída de Santa Teresa en esa corriente. Se atribuye al contacto con la mística la inalterabilidad de los cadáveres de los peces.
Agua de río, de océanos, de lluvia, se suceden en las propuestas de artistas que como Ayla Tavares experimenta con la cerámica y crea una esponja que mantiene la humedad de la pieza o más conceptuales como el 'Cube. Oceano Mare' en el que Francesco Arena atrapa el libro de Alexandro Baricco en un cubo de mármol de Carrara. Tarek Atoui juega con una gota de agua cayendo en un plato con la que pone en marcha un circuito de sonido. El colorido vidrio de Laure Prouvost se asemeja a una fuente que, como los senos de los mamíferos, nutre al espectador desde su dinámica forma.
Villaverde, escultor de Arévalo que trabaja con hierro reciclado, se acerca al agua desde la historia del Arca de Noé, un lugar para salvarse sin la aspiración de reunir a todas las especies.
Irene Kopelman anuda arte y ciencia mientras Ines Zenha crea criaturas informes, capaces de emerger de la pared o enroscarse en una gran pintura de intenso azul. Jota Mombaça bucea en el impacto colonial en una videocreación que defiende la identidad de las comunidades indígenas con imágenes oníricas en ríos y mares. El que más conecta con la leyenda local es Oliver Leroi y sus 'Souffles', en los que dos pescados disecados crean con su aliento dos grandes pompas de vidrio. La exposición podrá verse hasta el 26 de enero con horario de jueves a domingo entre las 11:00 y la s 14:00, y de 15:00 a 19:45.
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