Un hombre observa varias de las obras de Josep Renau, en el Museo Patio Herreriano. RAMÓN GÓMEZ

El pecado de la Coca-Cola y el arte para el cambio social en Valladolid

El Museo Patio Herreriano muestra el ingenio crítico y la sátira agitadora de Josep Renau, que introdujo en España el fotomontaje político y combatió con su obra el 'american way of life'

Víctor Vela

Valladolid

Viernes, 25 de noviembre 2022, 19:15

Hay tres manos pálidas, de dedos largos e intenciones codiciosas, que se arrastran desde la parte inferior del cartel camino de un puñado de monedas. Una de las manos tiene tatuada la palabra 'banca'. En otra pone 'impuestos'. 'Clero' en la tercera. Las tres agarran ... sin pudor el montón de calderilla que emana del sudor de una cuadrilla de obreros.

Publicidad

'No robarás', dice el primero de los diez mandamientos que el artista Josep Renau (Valencia, 1907-Berlín, 1982)​ publicó en el año 1934 en 'Estudios', una mítica revista anarquista de su ciudad natal. Hay nueve más, claro. 'Santificarás las fiestas', puede leerse en otro de sus trabajos, con una bacanal de confeti púrpura en un cabaret descocado, en el que señores con mujeres en las rodillas beben de espaldas a un batallón de indigentes a la intemperie. 'No codiciarás los bienes ajenos', se lee en un afiche contra el colonialismo. 'No fornicarás' es el título de la imagen de un cerdo que sobetea a una joven con los pechos al aire. Yle siguen 'No mentirás', 'Amarás a dios sobre todas las cosas' (cuando dios es el dinero), 'Honrarás a tu padre y a tu madre...'.

Estos diez mandamientos forman parte de 'Josep Renau. Hacer el arte operativo, diseñar el porvenir', la exposición que hasta el 12 de marzo puede verse en el Museo Patio Herreriano. En colaboración con el IVAM de Valencia (que desde 1989 gestiona el legado de Renau), la muestra repasa la trayectoria e influencias de un «cartelista, muralista, pintor y agitador que consideraba el arte como una vía para el progreso social y un futuro mejor», dice Nuria Enguita, directora del IVAM y comisaria de la exposición. El arte al servicio de la revolución.

Renau fue el introductor del fotomentaje político en España. «La técnica del 'collage' ya existía y fue usada durante el cubismo, pero Renau, afiliado al Partido Comunista desde 1931, conoció a través de los quioscos varias revistas de la época, donde vio los trabajos de John Heartfield», explica Joan Ramón Escrivà, conservador del IVAM. Abandonó así el caballete de su juventud y comenzó a experimentar con el cartel de propaganda y, sobre todo, el fotomontaje con un alto contenido político. Y esa pulsión nunca lo abandonó.

Publicidad

Estos diez mandamientos de 1934 fueron algunos de los trabajos que el joven Renau desplegó durante la II República. En septiembre de 1936, poco después del inicio de la Guerra Civil, fue nombrado director general de Bellas Artes por el Gobierno republicano. Bajo su mandato, impulsó la evacuación del tesoro artístico de Madrid (con las joyas del Museo del Prado) y puso en marcha el pabellón español de la Feria Internacional de París (1937), donde Picasso presentó el 'Guernica'.

Tres de las obras de Renau que pueden verse en la exposición del Patio Herreriano. RAMÓN GÓMEZ

Una vez terminada la guerra, Renau y su familia se exiliaron en México. Allí llegó en junio de 1939 y conoció a David Alfaro Siqueiros, de quien halló inspiración para volcar su talento también en los murales. Para ganarse la vida, trabajó en el diseño comercial. Pero nunca dejó de lado su pasión por el fotomontaje. La exposición del Patio Herreriano muestra, en diversas vitrinas, varios de los materiales que servían de materia prima para sus 'collages'.

Publicidad

El archivo de Renau está lleno de recortes de revistas, trocitos de periódicos, imágenes que entresaca de 'magazines' para «analizarlos, tratarlos y reconstruirlos». La revista 'Life' fue un ingrediente clave para sazonar la serie 'American way of life', «sin duda su corpus de obra más brillante y personal». Durante 27 años (entre 1949 y 1976), Renau calentó la guerra fría con unos fotomontajes que criticaban las «herramientas de seducción»usadas por EE UU para combatir el comunismo con consumismo.

El Patio Herreriano –«esta es casi una exposición dentro de otra»– exhibe una vibrante colección de esta serie «que intenta destapar las contradicciones de esa ficción que fue el 'american way of life'», explica Enguita.

Publicidad

En 'Just what are all these people so worried about?' (1965), hay un rebaño de personas, en blanco y negro, con las miradas bajas, ausentes las sonrisas, en una esquina de una gran ciudad. A su alrededor, un mundo de coca colas, frigoríficos llenos y 'pin-ups' que que no parecen insuflarles entusiamo.

En 'The fascinating oil king' (1967), un grupo de jovencitas adora a un tipo con el cuerpo convertido en depósito de gasolina. En 'Mr. Clip' (1963) un hombre con cara de reloj proclama que 'Time is money' (el tiempo es dinero). En 'Miss America and the birds', (1956), dos hombres, convertidos en búho y en halcón, sobrevuelan como aves rapaces a una joven modelo. En 'Wall Street' (1956) la bolsa es un poblado de chabolas y en 'Sad Heredity' (1962) explota la tensión racial.

Publicidad

En 1958, Renau se marchó a vivir a la República Democrática Alemana (murió en Berlín Este en 1982) y en 1966 se embaró en la realización de 24 fotomentajes en blanco y negro. Los llamó 'Sobre Alemania' y su idea era convertirlos en una película que nunca rodó donde un hombrecillo mediocre (una cabeza hueca que cambia el sombrero por el casco), sin conciencia crítica, es presa de la manipulación de los políticos sin escrúpulos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad