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Cuando Berta Cáccamo (Vigo, 1963-2018)terminaba sus estudios en la Escuela Sant Jordi de Barcelona –con la impronta tan cercana de Tàpies, de Hernández Pijuan– el mundo del arte vivía un momento tan«ilusionante como complicado». Son mediados de los años 80. El mercado ... comienza a mirar con mejores ojos a la escultura, las instalaciones, la fotografía y el videoarte.
«Así que, dedicarse a la pintura implica una cierta radicalidad, independencia, audacia. Y más aún cuando se es mujer», dice Juan de Nieves, comisario de 'Horas felices' y 'Un transitar', las exposiciones con las que el Museo Patio Herreriano rinde homenaje, hasta mayo, «a una artista por reivindicar», según explica el director de la institución, Javier Hontoria.
'Horas felices' (en las salas 6 y 7) toma su título de una obra de 1996 en la que Cáccamo echó mano de la ironía para sobrevivir. Eran para ella unos momentos emocionales «muy complicados». Y la pintura le brindó el sosiego y la felicidad que necesitaba. En la muestra conviven varios de los trabajos que compuso durante los años 90, cuando sus visitas a los museos parisinos abrieron nuevas cancelas para su obra.
«París era una meca para los artistas. Allí visitaba el Pompidou y, sobre todo, el Museo de Antropología, que le ayudó a descubrir nuevos fetiches culturales que contribuyeron a conformar su lenguaje artístico», cuenta De Nieves. Comienza así a trabajar con lienzos y lonas y papel como soportes. En la muestra pueden verse también varias de sus libretas. Cuadernos de bitácora donde tomaba apuntes de sus próximos trabajos.
«Domingo 27 Nov», anota en uno de ellos. Se plantea hacer agujeros con ojales metálicos en una loneta «o similar», oscura, «de manera que la tela sea un gran dibujo, una pintura mural, un fresco. Una pintura integrada a la pared, no un cuadro/objeto». Esa trastienda consciente del proceso de creación enriquece una muestra de una artista ya en plenitud que ofrecía con su trabajo «una respuesta explícita a la pintura expresiva y de sustrato nacionalista que había proliferado en Europa».
Junto a estas 'Horas felices', la sala 8 presenta 'Un transitar', donde las obras de Cáccamo dialogan con piezas de la Colección Arte Contemporáneo del museo. Las obras de la viguesa comparten espacio con trabajos de Alfonso de Olivares y Juan Uslé, con lo que la obra de la pintora recibe y proyecta «resonancias con la historia del arte español, desde las vanguardias hasta los años 2000». Y todo, destaca De Nieves, con una clara perspectiva de género, pues la presencia del hombre en las colecciones de arte continúa siendo abrumadoramente mayoritaria.
'Horas felices' y 'Un transitar'. Patio Herreriano. Hasta el 29 y el 15 de mayo, respectivamente. Lunes y domingo por la tarde cerrado. Entrada gratis.
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