Un paseo minero

Unos años antes de su inauguración, cerró la empresa minera Hulleras de Sabero lo que supuso la pérdida de más de mil empleos. Este espacio expositivo cuenta la historia y pone en valor los edificios de esta empresa conocida como la Ferrería de San Blas, la primera industria siderúrgica moderna del país impulsada por la Sociedad Palentina Leonesa de Minas a mediados del siglo XIX. El edificio es de estilo neogótico y junto con los restos del alto horno, fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1991. Fernández también recalca que se trata del único centro regional de Castilla y León ubicado en el medio rural.

Al igual que el resto de museos este verano ha tenido que adaptarse a las medidas establecidas por las autoridades sanitarias. El director del museo recuerda que se ha reducido el aforo y que el uso de mascarilla es obligatorio, además, han señalizado las distancias mínimas interpersonales y colocado mamparas en los puntos de atención al público, así como dispensadores de hidrogel alcohólico. Como medida adicional se han desactivado los paneles interactivos.

A lo largo del itinerario se recorren cuatro áreas, la antigua botica de la Ferrería, el Rincón de luz, formado por la colección de lámparas de mina del museo y en el exterior varias locomotoras de vapor y grandes máquinas de taller. En las cuatro áreas principales el visitante descubrirá la historia de la Ferrería de San Blas y hará un recorrido por la maquinaria usada para trabajar el hierro procedente de los altos horno. Fernández detalla que «una parte de las piezas son reproducciones, pero otras muchas son originales».

Este espacio ayuda a comprender el funcionamiento de la industria siderúrgica de mediados del siglo XIX y la singularidad del trabajo minero. Por un lado, se explica la parte técnica y aspectos relativos a los métodos de iluminación, arranque de carbón, transporte o labores de rescate en caso de accidente. Por otro, la parte social, es decir, la relación de la empresa con sus trabajadores y con la sociedad.

Este museo recibe una media de 40.000 visitantes al año y en torno a la mitad proceden de la provincia de León. Además, de la exposición permanente cuenta con una potente programación cultural y expositiva que se ha visto paralizada por la pandemia. Sin embargo, Fernández, apunta que la muestra 'Filatelia Minera', con más de 120 sellos de todo el mundo, procedentes de la colección particular de Salvador González Solís se ha prorrogado hasta final del verano. También se ha recuperado la exposición 'The End' con fotografías de Cecilia Orueta sobre la situación actual de las cuencas mineras en Castilla y León. «La evolución de la pandemia marcará la actividad, pero está previsto que continúen con formato 'on-line' las acciones de divulgación científica en las que se explica a los niños las principales piezas del museo, así como los documentales de temática minera».