'Paintung' despliega creaciones de lejía y texturas afrutadas

Puestas de sol, piña y firmamento se entremezclan en la sensorial muestra de Belén Rodríguez (Valladolid, 1981). Sus lienzos han huido de las paredes y se levantan orgullosos a lo largo de la sala: algunos tienen varios metros de ancho o de alto, recuerdan a frutas o invitan a sumergirse en las aguas de una piscina. «Me costaba mucho imaginar la realidad plana, así que decidí que el cuadro es un disfraz de la obra y que ese vestido se puede cambiar», explica ella. La artista inauguró ayer -presentada por la concejala de Educación e Igualdad, Mª Victoria Soto- la primera de las exposiciones locales que este año acoge la sala 0 del Museo Patio Herreriano.

Belén Rodríguez eligió ‘Paintung’ para compendiar su pintura escultural en una palabra creada, homenaje al inglés y al alemán. «El arte no es tan inaccesible como puede parecer, hay que abordarlo con la mente abierta», comenta para los más escépticos. «No se trata de entenderlo todo, sino de responder al estímulo propuesto», sostiene la joven, que cuenta con una amplia experiencia y formación en lugares tan dispares como Madrid, Viena o Los Ángeles. Su lenguaje es colorista, apacible y poco convencional; ella comenta que le interesa mucho «la tensión entre lo que se repite y lo diferente» y que trabaja a menudo en el suelo y por partes, debido a las dimensiones. Y es que la exposición reúne texturas presentes en la naturaleza, cuadros reversibles y trabajados con lejía, motivos que se replican entre sí y lienzos que escalan un biombo o cabalgan un pedazo de cielo estrellado. La concejala lo introdujo como un «acercamiento poético a la sociedad del consumo»; los espectadores tienen hasta el 4 de marzo para definirlo por sí mismos.