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Las geometrías mesetarias, pegadas a la tierra y lejos del cielo, y la particular mirada de Félix Cuadrado Lomas sobre el paisaje castellano han vuelto a la sala Rafael. Nostalgia, memoria y homenaje se citan en la galería de la calle Miguel Íscar cuando se ... cumple el primer aniversario de la muerte del último guardián del Grupo Simancas. La sala expone desde este jueves y hasta el 17 de diciembre 51 cuadros del artista, todos ellos de la herencia que recibieron sus tres hijos. Es la quinta vez que Félix se asoma a Rafael. De hecho, esta exposición da continuidad a la que se abrió en este mismo espacio hace un año y a la que el artista no llegó por apenas días.
La inauguración reunió este jueves a multitud de amigos y admiradores. Su hijo Saúl recordaba que, en los últimos tiempos, a su padre «le molestaba bastante montar exposiciones. Pero, como era puro nervio, sacaba energías enseguida de donde fuera».
En esta propuesta, los visitantes encontrarán un predominio de obra gráfica, grabados y muchos cuadros desnudos de color pero siempre con su particular y aguda mirada. El medio centenar de piezas recorre distintas etapas. Desde el emblemático 'Palomares en la era' (1974), donde no faltan sus icónicas mulas, a piezas de principios de la segunda década de este siglo.
Hay que recordar que Félix falleció a punto de cumplir 91 años, pero llevaba un par de años sin mucho afán. «Solía decir que, cuanto mayor eres, más miedo te da enfrentarte al lienzo en blanco», comentaba en la inauguración el cineasta Arturo Dueñas. De hecho, el escaparate de la sala Rafael recibe a los visitantes con una selección de planos de 'Tierras construidas', la película que Dueñas realizó sobre la vida y obra de Cuadrado Lomas.
La propuesta es otra revisión de las diferentes etapas de este artista vallisoletano pero de genes palentinos. Un buen ramillete de miradas a Simancas, el pueblo en el que vivía y tenía su estudio, absorbente espacio de claroscuros, y donde ejerció como decano de un legado que compartió con Gaona, Criado, Jorge Vidal, Sabadell y Fernando Santiago 'Jacobo', el jefe de esta 'escudería' de pinceles irrepetibles.
Por eso, entre estas piezas hay muchas miradas a las calles sietemanquinas: desde el Archivo al imponente puente medieval. Pero también palomares de Geria o Montealegre. Sus 'tierras construidas' de viñedos desnudos de Cigales o Morales de Toro. Y también varias muestras, de intenso color, de su particular mirada al desnudo femenino.
Sus guiños a la tauromaquia. Lo que le sugirieron sus visitas a Marrakesh, con sus carruajes de caballos. O la portuguesa Nazaré y sus barcas varadas en la playa. Y, en una zona principal de la galería, sendos cuadros con esos juegos de ocres y amarillos en trazos tan definidos que cualquiera reconocería a metros de distancia. Porque hay quien no conoce otro estilo de Félix Cuadrado Lomas que ese, aunque en su prolífica y larga carrera, tocara todos los 'palos' posibles.
Para analizar y conocer mejor su historia, sus herederos trabajan con el Ayuntamiento de Simancas para realizar en los próximos meses una exposición retrospectiva de su carrera y alguna mesa de análisis con especialistas en su obra. «También estamos esperando a que las instituciones se 'muevan'», comenta Saúl Cuadrado. En este año transcurrido de su muerte, los herederos de Félix han catalogado todo su obra, mayor y menor.
De momento puede revisarse una parte hasta el 17 de diciembre (12 a 13.30 h y de 18 a 20 h).
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