Solía decir que obra y artista son «como dos amigos que se maltratan». Sobre ello reflexionó en su última exposición, en 2017, cuando reunió medio siglo de su pintura en la sala del Teatro Calderón, una retrospectiva con la que se mostraba agradecido a Valladolid, ... su ciudad. Félix Cano Valentín (Valladolid, 1930) falleció el miércoles a los 94 años. Era el miembro de más edad entre los 24 que integran la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción y a lo largo de su vida compaginó su formación en Ciencias Químicas y Peritaje Industrial en la empresa Agromán con la pintura, con cuyos retratos obtuvo gran proyección, principalmente en el ámbito local y también en Barcelona, donde vivió trece años.
Publicidad
Toreros como Roberto Domínguez y Manolo Sánchez o los alcaldes Santiago López y Tomás Rodríguez Bolaños fueron, entre otros vallisoletanos, captados por el pincel de este artista forjado desde sus inicios en el dibujo de obras de la colección del Museo Nacional de Escultura. Pintor de estudio, en sus comienzos traído por la imaginería de Juan de Juni y Alonso Berruguete, con el tiempo añadió a sus influencias artísticas los ecos de Goya y Rembrandt. Durante su etapa de juventud en Madrid estuvo muy relacionado con restauradores del Museo del Prado. En escenas costumbristas de la vida cotidiana, paisaje y sobre todo rostros con juego de contraste entre luces y sombras volcó su afán creativo.
Una estancia por motivos laborales en Brasil enriqueció su estilo artístico con la profusión de colores. Obra suya cuelga en la Galería nacional de Río de Janeiro, y en The Florida Museum of Hispanic and Latin America Art y, en Valladolid, en el Colegio de Santa Cruz y en la Casa de Cervantes, donde en 1986 leyó su discurso de ingreso en la Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción.
«Los pintores no tienen obligación de leer un discurso de entrada, suelen donar un cuadro a la institución, pero Félix hizo ambas cosas, donó la obra 'El coloquio de los perros' como homenaje cervantino y leyó un discurso titulado 'Por qué y cómo del cuadro presentado a esta Real Academia', una reflexión sobre la pintura en la que contaba cómo vivía el proceso de gestación de una obra; Félix se prodigó también en el retrato de políticos, toreros, empresarios, intelectuales...», explica el académico y catedrático emérito de Historia del Arte de la Universidad de Valladolid, Jesús Urrea.
Publicidad
A la Academia vallisoletana estuvo acudiendo con regularidad «hasta que cayó enfermo, entonces le costaba mucho asistir», recuerda Urrea describiéndole como «una persona muy singular, buen conversador, caballeroso, muy vallisoletano, de la cofradía de la Vera Cruz».
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.