16 metros cuadrados para rondar a Berruguete

De momento «emocionante» calificó la directora María Bolaños la reapertura tras «tres meses difíciles y anómalos para un museo pensado para ser habitado, vivo, lleno de gente». Con un aforo máximo del 30%, unas 150 personas, hay un número limitado por sala para mantener una media de 16 metros cuadrados por visitante. Los itinerarios marcados, algunas estancias a las que solo pueden asomarse desde la puerta, y medidas higiénico sanitarias intensas, preservarán la seguridad de público y trabajadores. «La exposición que debía haberse cerrado hace semanas 'El retablo del banquero. Berruguete en la iglesia vallisoletana de Santiago' seguirá abierta e intentaremos prorrogar 'Almacén', en el Palacio de Villena pues el espacio lo permite», aseguro Bolaños.

Precisamente 23 piezas de Alonso Berruguete, embajador español en Washington, que debían participar en una segunda exposición en Dallas, siguen allí embaladas, atrapadas por la situación creada por la pandemia. «El resto de esa exposición está colgada pero el proyecto fue interrumpido. El director del Meadows Museum de Dallas nos ha propuesto retomarlo en septiembre, dado el esfuerzo económico y logístico realizado. El Ministerio tiene afán de colaboración pero todo dependerá de la evolución de la situación en Estados Unidos».

El Museo Nacional de Escultura, que junto con la Casa de Cervantes son los dos de los 16 estatales con sede en Valladolid, retomará su actividad veraniega con un ciclo de música, otro de cine, visitas especiales a cargo de los conservadores y un guiño particular a los profesionales que han estado en primera línea durante la pandemia. Todas las visitas serán individuales o por unidad familiar, pero quedan suspendidas las de grupos.