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Bloques de caliza en la Capilla de los Condes de Fuensaldaña del Museo Patio Herreriano. Iván Tomé

Lara Almarcegui lleva al Patio Herreriano sus guías de graveras y descampados

La artista zaragozana muestra su proyecto sobre el origen geológico de la arquitectura y la transformación de terrenos y edificios

Jesús Bombín

Valladolid

Sábado, 28 de septiembre 2024, 20:03

Lara Almarcegui (Zaragoza, 1972) ha hecho de la deconstrucción y la transformación del paisaje urbano objeto de estudio en clave artística a partir de exploraciones que revelan los efectos de la extracción de materiales y los impactos en el territorio. En el Museo Patio Herreriano ... ha inaugurado la exposición 'Gravas y arenas', integrada por dos proyectos que ponen el foco en el entorno de Valladolid.

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En la Capilla de los Condes de Fuensaldaña ha instalado 'Caliza' a partir de media docena de bloques de piedra extraídos del del páramo de Campaspero. «La caliza es la protagonista de esta muestra, contemplarla de cerca te permite ver de qué está hecho el Patio Herreriano y otros edificios de la ciudad, es un material geológico que tiene entre cinco y nueve millones de años, que estaba bajo tierra y se puede ver aquí antes de que vuelva a reutilizarse en el proceso de construcción quedando oculta dentro de edificios. Es una piedra esencial en la construcción de la ciudad».

«Contemplar la caliza de cerca permite ver de qué están hechos edificios con un material geológico de entre cinco y nueve millones de años»

Lara Almarcegui

Artista

Otro de los proyectos tiene que ver con sus guías de descampados, en el caso de Valladololid enfocado en la gravera abandonada de Pinar de Jalón, una indagación a partir de vídeos, diapositivas, mapas y una publicación en la que se describe la transformación desde 1970 de veinte hectáreas de una antigua finca agrícola con pinares hasta la actualidad. El texto acompañado de fotografías y planos recoge los distintos usos que ha tenido este enclave, desde la apertura de una cantera de grava y arena que con el tiempo se convertiría en escombrera, así como las opciones urbanísticas planteadas en las últimas décadas por los distintos gobiernos locales –desde un zoo a una ciudad deportiva o un parque acuático– en una zona que en la actualidad ocupa el barrio Pinar de Jalón.

Diapositiva de una gravera en una sala de la exposición. Iván Tomé

«Siempre me ha fascinado entender de qué está hecho el suelo que pisamos, el subsuelo, pero también lo que le rodea, el espacio a partir de aproximaciones diferentes; también me interesa mucho el terreno, no solo lo construido sino el lugar y cómo le afecta», explica la artista. «Mirar edificios, visitarlos, y analizarlos ha sido mi forma de intentar entender por qué están construidos así. Al observar construcciones en Valladolid me he encontrado esos materiales que proceden de algún lugar y eso me ha hecho reflexionar sobre los terrenos en su origen».

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En la muestra, visitable hasta el 9 de marzo del próximo año, se da cuenta también de otros proyectos de Almarcegui, como un vídeo que documenta la suspensión de la actividad durante un día en una gravera en un complejo industrial de Lérida o trabajos sobre descampados a partir de la demolición del mercado de Gros en San Sebastián o de una vivienda en Dallas, donde se entierran los escombros en el mismo lugar en el que se alza un nuevo edificio.

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