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Uno de los dípticos de Tarkovski y Marbán. El Norte

La intimidad de Tarkovski y Marbán, en el Herreriano

El artista leonés revisa la película 'Stalker' del ruso a través de sus fotografías en la exposición de la Sala 0 del Patio Herreriano

Victoria M. Niño

Valladolid

Viernes, 19 de marzo 2021, 13:38

Ha tardado casi cuatro décadas en traducir con su lenguaje una obsesión, estética y filosófica. José María Marbán vio 'Stalker' (también conocida como 'La Zona'), de Tarkovski en la Seminci de 1986 y sus imágenes impactaron de tal manera en su cabeza que ... cuando encontró el medio las llevó a dialogar con las suyas. De ese proceso nació 'Stalker in the Land', la exposición que puede verse hasta el 2 de mayo en a Sala 0 del Museo Patio Herreriano.

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«Es un viaje interior y materializarlo fue para mí una terapia», dice Marbán, pintor que inició su idilio con la fotografía en 2003. «Ya en 2008, cuando tenía cierta soltura, me concentré en el tratamiento digital de la imagen y me atreví con este proyecto que yuxtapone las imágenes de Tarkovski con las mías. Resulta una osadía, pero es mi intimidad con él». Y capturar las fotografías del ruso a partir de la película ha sido posible a través de al copia que la productora colgó en YouTube en 2017. «Sus fotogramas están desenfocados, era la manera de rodar en los setenta. En cambio mis fotografías tenían mucho foco. Por eso he tenido que tratar las suyas».

La muestra tiene tres partes: 'Sueños' y 'Naturalezas cambiantes', las imágenes de Marbán al fondo. «Se llaman así porque son instantáneas en la naturaleza próxima a Valladolid, en los Montes Torozos. Se trata de momentos que se escapan, que ocurren y vuelves y no se repiten». Después una segunda parte, 'Umbral', «una pequeña instalación y otras tres imágenes sobre la habitación que en la película convierte en realidad los sueños de quien la ocupa». Y el «corpus» de la exposición lo constituyen una docena de dípticos. «A la izquierda la imagen de Tarkovski, a la derecha la mía, siempre en ese orden».

Ambos congelan paisajes, desde los árboles hasta los terrones de la tierra arada, el agua cubriendo restos de la vida humana, líquenes y musgos tapizando bosques o la contraposición del fuego y del río. Tierra de Campos y Estonia, lugar del rodaje, no parecen estar muy lejos de la mano de ambos artistas.

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