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Amaya Bombín, en su instalación. Carlos Espeso

La honestidad de la piedra seca

Amaya Bombín lleva los chozos de pastores a una sofisticada instalación en la Sala 0 del Patio Herreriano de Valladolid

Victoria M. Niño

Valladolid

Jueves, 8 de julio 2021, 15:47

Pasea por lo páramos castellanos y lee a Thoreau. Amaya Bombín encuentra en los chozos de pastores, alejados de los núcleos de población, esqueletos del hospedaje humano, monumentos de la construcción primitiva, la cabaña que aquel se construyó para guarecerse del mundo. «Prefiero ver las ... piedras en su sitio...Es más sensato un cerco de piedra que limita el terreno de un hombre honesto que un Tebas con cien portales y ajeno al verdadero sentido de la existencia», escribió el pensador estadounidense en 'Walden'. Con esas palabras como prólogo, presenta la artista vallisoletana su instalación 'Piedra', en la Sala O del Patio Herreriano.

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Desde 2017, cuando recibió una beca de la entonces Fundación Villalar, lleva Amaya Bombín recorriendo los chozos de Castilla y León, que no son fáciles de encontrar pues no están catalogados. Parte de la investigación de aquel proyecto, las fotografías, pueden verse en esta obra que estaba preparada para ser inaugurada hace un año. En medio, la 'construcción en piedra seca', esa que no tiene argamasa alguna entre las piezas de la construcción, fue declarada bien inmaterial de interés cultural por la Unesco. «Esas piedras vernáculas invitan a pasear por esos páramos de la España vacía, por ese silencio», explicó Bombín.

La Sala O tiene su suelo cubierto de un intenso rojo que termina en un montón de tierra sobre la que hay pintada una gran piedra en la pared. «Es a escala natural. Para mi el dibujo es una parte fundamental del trabajo». Aunque la tierra es marrón, el efecto de un foco también la convierte en roja. Y ese color aparece en todas las fotos en las que la artista colorea algún elemento, las piedras o hilos que salen de su puerta como si fueran una lengua. Las fotos decrecen a medida que el efecto de la perspectiva avanza.

Amaya agradeció la oportunidad al Ayuntamiento y que en las bases se considerara con una cantidad el trabajo del artista «ya que estamos acostumbrados a trabajar gratis». También tuvo una mención para sus mecenas, su familia, el hecho de que sufraguen su dedicación a lo que la apasiona. A los chozos llegó por los majanos, «esas piedras que se retiran de la tierra para permitir que las semillas prosperen».

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