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Están los sujetalibros en bronce que EnBabia produce en León y los cuadernos y blocs de acuarelas que Fibras de Agua acerca a Valladolid desde Asturias. Están los broches abulenses de Fivi y el Papel y la cerámica clásica de El alfar de Pereruela. Están ... los inciensos y aceites portugueses y una larga lista de tentaciones que incluye bolsos, láminas, pendientes, juguetes infantiles, lámparas y monederos.
Hasta treinta y nueve talleres exhiben (y ponen a la venta) sus productos en la Feria de Artesanía de Valladolid, que desde este viernes hasta el 9 de abril acoge la Acera de Recoletos y que en este 2023 alcanza su trigésima edición. Treinta años han pasado desde aquel primer escaparate artesanal, al que se han sumado nuevos productos, técnicas y profesionales. Ahora hay piezas esculpidas con la ayuda de máquinas láser y pulseras que llegan al otro lado del mundo gracias a las pantallas de Internet.
39 artesanos
participan en la XXX Feria de Artesanía de Valladolid, hasta el 9 de abril en la Feria de Recoletos.
«El futuro también ha llegado a la artesanía», asegura Miguel Ángel Tapia, presidente de Foacal, federación que agrupa a 210 artesanos de Castilla y León. Entre ellos no solo hay alfareros o carpinteros, sino también diseñadores, arquitectos o ingenieros que han trasladado manejos del siglo XXI a oficios ancestrales.
«La última feria Craftinnova, celebrada recientemente en la Feria de Valladolid, ha demostrado el potencial que las nuevas tecnologías tienen para ayudar a los artesanos», asegura Charo Chávez, concejala de Innovación, Desarrollo Económico, Empleo y Comercio. «Estas técnicas no quitan trabajo a los oficios tradicionales, sino que facilitan su trabajo», defiende Tapia, quien recuerda el toque artístico y personal que las manos del artesano ofrecen en el resultado final de la pieza. La idea del inicio y la maestría del acabado dependen siempre del ingenio, la imaginación y la destreza de unas manos entrenadas para la belleza.
Una máquina láser ayuda a Laura Martínez a recortar con pulso las cientos de piezas que componen los puzles que diseñan en La Moonda, un taller palentino con apenas unos meses de existencia. Llegan a Valladolid con un catálogo de rompecabezas que incluyen paisajes de la ciudad (la Academia de Caballería, la Antigua, la Universidad), con la particularidad de que las piezas de estos puzles no son las típicas a las que estamos acostumbrados, de cortes simétricos y casi idénticos. Aquí, son de tamaños y formas distintas, llenas de curvas sinuosas, lo que permite que, en ocasiones, una pieza sea en sí misma una obra artesanal. Así, hay piezas que, vistas por sí solas, simulan ser animales o plantas. «Es un juego dentro del juego», asegura Martínez.
Muy cerquita está el puesto de Eulalia Mateos, que hace dos años abrió en Las Francesas su tienda-taller, Utopicca, donde fabrica productos textiles y artesanos que han desfilado en la pasarela de Castilla y León o en el 'showroom' de la Seminci. Además de riñoneras o bolsos, su producto estrella son las mochilas.
En la feria hay espacio también para los zapatos, la talla en madera, la escultura, el grabado, la joyería… y hasta las marionetas. Ana Díaz las fabrica desde hace 14 años en Delicias. Su puesto está lleno de trozos de fieltro o medias forradas que cobran vida cuando una mano se introduce en sus tripas o provoca su movimiento. Las hay sencillitas (desde 7 euros) y otras de cuerpo entero (a partir de 50). «Siempre digo que las marionetas no son juguetes, son compañeras que estimulan la imaginación, la concentración». Y también la empatía. De ahí, explica Díaz, su uso en colegios o en residencias de ancianos. «Empecé a fabricar brochecitos y, después de conocer a un titiritero y saber más sobre su oficio, comencé a hacer marionetas», cuenta Ana. Muchas de ellas están inspiradas en personajes televisivos de finales de los 70 y principios de los 90, como Topo Gigio o los payasos de la tele.
Esta actividad expositiva y comercial (que se pueda visitar de 11:00 a 14:30 y de 17:00 a 21:30 horas) se acompaña de varios talleres y demostraciones en vivo, que permiten conocer de cerca técnicas de cuero, grabado, ilustración o estampación textil y joyería. En una de esas mesas (llenas de prensas, tórculos, morteros y planchas de hierro) está Javier Esteban, experto en dibujo, grabado y estampación, que trabaja ante los ojos de los visitantes y resuelve las dudas que pudieran surgir sobre un minucioso proceso que da como resultado aguatintas, agufuertes o xilografías. A su lado, Félix Pastor desvela los secretos de la marroquinería. Ambos estarán en la feria hasta el día 4 de abril. Después, cogerán el testigo la ilustradora Amaya Barahona y la diseñadora de joyas Alexandra Labrador Herrera.
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