Concha Gay atrapa la fugacidad de las flores en 'Intemporal'

La artista vallisoletana muestra en 'Intemporal' la persistencia de la naturaleza, «que siempre gana, se acaba imponiendo», dice. Lleva inmersa en el mundo vegetal y mineral hace años. Mismo tema desde distintas técnicas que van ampliándose en esa «cocina» que es su estudio. Polímeros, acrílicos, pvc, alcograbado se suman a materiales y forma de hacer clásicas. Así la 'Trama de moral', «xilografía sobre pvc espumado en pulpa de papel» se acerca más a una descripción de menú que a la de un catálogo.

Abre 'Intemporal' dos trabajos sobre metacrilato, las 'Siemprevivas para un baile', aquella serie que pudo verse en la Casa de Zorrilla, seguidas del conjunto 'Serie naturaleza'. Gay hace sus papeles para xilografías de vivos colores y preciosistas relieves. De la sensualidad de los lotos a la alegría juguetona de 'El país de la maravillas', Gay sale del plano para integrar a unos caballitos de hojalata escapados de un tío vivo. «Estaban en mi estudio, de esas cosas que ves durante mucho tiempo y un día los encuentras sitio».

Otro mundo representa 'Olas atlánticas', que formó parte de la exposición Atlántico y emerge de un grabado de alcohol y tinta. Hay unas cajas de 'tesoros' que guardan tierra volcánica, piedras pulidas, un jardín zen, una letra. Un pequeño cono de madera es la base para una alegoría en la que los personajes vagan por un no lugar, condenados a no encontrarse, a su mismidad. Grabados en esferas guardan, entre otras, las hojas de un ginkgo biloba, el árbol más longevo de la Tierra. Poemas de Julián Alonso, Raquel Lozano y Sandra Sánchez acompañan el universo de Gay.