Encajonadas en valles abruptos, en lo alto de promontorios y rincones rurales casi despoblados han resistido el paso de los siglos ermitas y castillos, al igual que algunas catedrales asentadas en entornos urbanos más prósperos. Localizar y catalogar estos testimonios levantados en piedra entre los ... siglos XI y XIII y diseminados por la Península Ibérica ha sido un empeño monumental que a lo largo de 21 años ha cuajado en la 'Enciclopedia del románico'.
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El origen de esta iniciativa bebe del lema 'Hasta una ruina puede ser una esperanza', con el que el arquitecto José María Pérez 'Peridis' impulsó la Fundación Santa María la Real en Aguilar de Campoo. La institución hizo del románico palentino el pilar de su lucha por la protección, divulgación y puesta en uso de este patrimonio, aún en pie gracias en muchos casos a su aislamiento en el medio rural. Pero también al empeño por descubrirlo, documentarlo y reunirlo en la enciclopedia a partir de planos, fotografías y textos que dan cuenta de su historia.
Veintiún años después, está a punto de cerrarse el círculo en torno a este proyecto, uno de los más emblemáticos de la fundación aguilarense. La 'Enciclopedia del Románico' ha involucrado a más de tres mil personas y ha recopilado más de nueve mil testimonios en la Península Ibérica.
Que el mapa de Castilla y León concentre el mayor catálogo de restos románicos de Europa –con construcciones icónicas como San Martín de Frómista (Palencia) o Nuestra Señora de la Anunciada en Urueña (Valladolid)– llevó a la Fundación Santa María la Real a revivir este tesoro artístico en la 'Enciclopedia del Románico en Castilla y León'. Así comenzó en 2002 una aventura editorial cuyo éxito animó a extenderla al resto de comunidades autónomas hasta que concluya en 2024 con la publicación de las únicas provincias aún pendientes: Lérida y Gerona. En total, 65 tomos. A finales de verano se publicarán los tres dedicados a Portugal, que reúnen más de trescientos vestigios románicos con el apoyo de la Fundación Ramón Areces.
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«Cuando en 1985 comenzamos en la escuela taller de Aguilar de Campoo, una de las primeras cosas que hicimos fue ver el estado en que se encontraba el románico del entorno», recuerda Jaime Nuño, coordinador de la enciclopedia. «Íbamos por las ermitas de la provincia de Palencia, elaborábamos fichas y un pequeño inventario». Mientras se recogía material, Peridis solicitó a Sebastián Battaner, entonces al frente de Caja Duero, que financiase la publicación de un volumen sobre el románico palentino y el economista salmantino le respondió que «qué menos que ampliarlo a toda la región, así que Peridis nos dijo que había que empezar con la 'Enciclopedia del románico de Castilla y León'. Recogíamos información con alumnos de las escuelas taller donde aprendían oficios jóvenes en paro y después se pasó a incorporar a licenciados en Historia y Arquitectura que no encontraban empleo; así creamos equipos en las nueve provincias».
En 2002, gracias al mecenazgo de Battaner salieron a la luz los dos tomos del románico palentino, y en los dos años siguientes los del resto de las provincias castellano y leonesas, a excepción de Segovia, que tardaría más tiempo porque el Obispado no permitió el acceso a las iglesias. De cada provincia (se les ha dedicado desde un tomo a la de Ávila hasta cuatro a Burgos, el territorio con más testimonios)se editaron unos 1.500 ejemplares y salieron a la venta a cien euros por volumen. Y en casos, como los de Palencia y Burgos se han hecho reediciones. La enciclopedia tiene su réplica 'on line (romanicodigital.com) de acceso gratuito.
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Confirmado el tirón del proyecto, Santa María la Real decidió dar el salto al resto de la Península Ibérica atrayendo otros patrocinios de empresas e instituciones. «En los diversos territorios donde han acudido a estudiar el románico se han sentido bien acogidos «porque allí consideraban que una obra así era necesaria y hemos trabajado con equipos de personas de esos mismos lugares», apunta Nuño, reseñando que algunos de los más prestigiosos investigadores y profesores de Universidades en la actualidad se iniciaron de jòvenes bregándose en los trabajos de elaboración enciclopédica. Igualmente, oficios de cantería y restauración que iban camino de perderse se han recuperado gracias a las escuelas taller y las intervenciones propiciadas desde la Fundación.
Presume Jaime Nuño de que no existe en el mundo ningún arte con un corpus de planos tan completo como el del románico español. «En muchos pueblos que van a desaparecer se han recogido referencias únicas; hay iglesias que nos encontramos en ruinas y algunas se han restaurado, otras se han desmantelado, pero hemos conseguido dejar testimonio gráfico y escrito de muchos lugares que han pasado de puntillas sobre la historia y van a quedar ahí reflejados». Pero si hay una aportación que considera capital ha sido la de concienciar a políticos y ciudadanos sobre la importancia de los vestigios románicos. «Sobre todo ha servido para que durante todos estos años la Junta de Castilla y León tomara conciencia de la relevancia de este patrimonio; así se pusieron en marcha los planes Románico Norte, Soria Románica y Zamora Románica y el Románico Atlántico que se está desarrollando entre España y Portugal».
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Las investigaciones que han dado lugar a los tomos no han estado exentas de debates, uno de ellos la consideración de qué es románico y qué no. «Hay aspectos que solemos dejar a criterio de los coordinadores científicos en los distintos territorios». Otro asunto complejo alude a dónde empieza y termina este estilo arquitectónico cronológicamente. «Es complicado, dime el día que dejaste de ser niño y empezaste a ser adolescente», ejemplifica Nuño. «Hay veces en que se dan evoluciones que podemos considerar góticas, aunque tienen ciertos rasgos anclados en la tradición románica. Cronológicamente consideramos que este estilo empezaría a mediados del siglo XI y acabaría en torno a 1225-1230, aunque se siguen haciendo muchos edificios de iglesias góticas que siguen tradición románica».
El interés que suscita este estilo ha hecho que proliferen asociaciones de amigos del románico así como cursos y talleres sobre monasterios, caligrafía, escultura o pintura en los que expertos y aficionados profundizan en el conocimiento de la Alta Edad Media. «El románico goza de gran atractivo», certifica Nuño. «Una razón es que donde más se ha conservado es en el medio rural, en pequeños pueblos. Y no es lo mismo disfrutar de un edificio antiguo en medio de un prado, al lado de un camino, sobre una roca en un sitio apartado que en medio de la ciudad. Si la iglesia de San Marcos de Salamanca en vez de estar en una avenida rodeada de pisos estuviera en el campo sería más famosa».
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La otra razón que apunta alude al misterio que rodea este arte que presenta, dice, «cierta tosquedad, un cierto aire naif; hay un montón de representaciones que nos cuesta entender, lo que dispara la imaginación. Tratar de explicar en pleno campo una representación que no sabes lo qué significa, seduce, tiene muchísimo encanto».
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