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El artista Jorge Peligro, delante de 'Metrópolis', una de las piezas collage de la exposición del Patio Herreriano. JOSÉ C. CASTILLO

Cómo captar en fotos la esencia de una ciudad imposible

El artista Jorge Peligro presenta en el Patio Herreriano una colección de 'collages' que proponen nuevas miradas a capitales mil veces fotografiadas

Víctor Vela

Valladolid

Viernes, 14 de enero 2022, 07:19

Ahí está Nápoles. Su cielo pellizcado por torres de iglesias y antenas de televisión. Nápoles con su caos de tráfico, sus paredes pintadas, la basura en la calle y geranios en el balcón. Nápoles, con la ropa tendida –de ventana a ventana– como guirnaldas de feria o banderines de una función. Nápoles y sus ruinas. Sus edificios decadentes. Las estatuas como si fueran otro cualquiera, un vecino más. Nápoles, «multiplicada y exagerada», resumida toda ella –su imagen, su recuerdo– en este collage (375x150 centímetros) que forma parte de las ciudades imposibles que el artista Jorge Peligro (Ponferrada, 1979)invita a recorrer, hasta el 6 de marzo, en el Patio Herreriano.

«Soy un fotógrafo compulsivo», reconoce. Su disco lleno (el digital, pero también el de su memoria personal) está lleno de instantáneas que tomó en sus viajes. De Amsterdam a Belfast. De Berlín a Budapest. «Me gustan especialmente las panorámicas». Suele buscar un cerro, una azotea, un mirador para intentar abarcar desde arriba lo máximo posible de una ciudad.Pero no hay forma. La ciudad se escapa. Huye de una imagen única.

Collage 'Napole (II)', de Jorge Peligro, que recrea la ciudad de Nápoles. JESÚS LUQUE

«Las ciudades son entes vivos. Cambian según los barrios, la hora del día, de un año para otro, según las personas que las miren». Hay muchas ciudades en la misma ciudad. Capas que suman, conectan, se superponen, se pisan unas a otras o dialogan entre sí. Esa suma de miradas y de tiempos, esa coctelera de estratos, es la que Jorge Peligro exhibe en estos collages de fotografías ensambladas, que generan dudas entre lo verdadero y lo falso. Son fragmentos en apariencia inconexos, de distintas partes de la ciudad, que, en su conjunto, adquieren un nuevo significado.

Ocurre con Belfast, donde durante años supuró una herida que enfrentó a las comunidades católica y la protestante. «Paseando por sus calles, encontré muchos elementos divisorios que recordaban aquel conflicto». Por eso, en la pieza que dedica a esa ciudad hay muchas paredes y obstáculos (muros, vallas de obras, de edificios protegidos, verjas de negocios cerrados, bolardos, mil líneas en el suelo que anuncian un prohibido pasar). Y también letreros de pubs, de negocios, anuncios que lamen paredes y farolas.

El collage 'Beal Feriste (II) reúne imágenes de Belfats. JESÚS LUQUE

«Cuando viajo, no voy buscando solo los monumentos, sino sobre todo esos detalles que convierten en única cada ciudad. Y para eso, hay que irse a los barrios, al extrarradio», cuenta Peligro.«En toda ciudad hay una calle Santiago». Las mismas tiendas. Escaparates fotocopiados.Pero, junto a eso, hay un comercio local propio que exhibe nombres únicos, carteles propios, tipografías exclusivas. O graffitis de una calle concreta que en ningún otro sitio se podrán encontrar igual.

Todos esos detalles quedan atrapados en la cámara de Jorge Peligro y se los trae a su estudio vallisoletano. A partir de ellos, reconstruye estas ciudades imposibles que son la acumulación de lo visto, lo fotografiado y lo recordado. Y hay puntos de una misma capital, tal vez separados por muchas calles y semáforos, que si se unen, tienen mucho en común. Un tramo del muro de Berlín se transforma en los vagones amarillos del metro. Los árboles del Tiergarten son el contrapunto caótico al milimetrado diseño urbanístico, soviético, delBerlín oriental. Y guiños irónicos: como esa cabeza de Marx sobre un mural firmado por Blu, con un oficinista que luce relojes encadenados, de la libertad del ocio al trabajador sin tiempo para disfrutarlo.

En Porto (II), retrata con la técnica del collage la ciudad portuguesa. JOSÉ C. CASTILLO

Y además, reinvenciones de Porto (los tejados de casas apiñadas, la ribera del Duero), de Edimburgo o, en 'Metrópolis', la unión de todas ellas y algún trocito de Valladolid.

Los collages de David Hockney –«de perspectivas raras y panorámicas reconstruidas»– son referentes de este trabajo con el que el Patio Herreriano cierra las exposiones vinculadas a la convocatoria de la Fundación Municipal de Cultura de apoyo a los artistas locales y abre, además, el calendario de muestras del museo para este 2022, en el que celebrará su vigésimo aniversario.

La ciudad imposible. Museo Patio Herreriano. Sala 0. Hasta el 6 de marzo.

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