![Belén González, entre sus obras.](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202202/03/media/cortadas/belen-kcoB-U160772108786CyB-624x385@El%20Norte.jpg)
![Belén González, entre sus obras.](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202202/03/media/cortadas/belen-kcoB-U160772108786CyB-624x385@El%20Norte.jpg)
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El dibujo le acompaña siempre, a veces de forma consciente, otras se le va la mano. Belén González hace retratos, paisajes, detalles domésticos, bocetos o apuntes de esculturas, incluso ya terminadas. Esos son los dibujos de su voluntad. Va a un concierto y sobre el ... blanco del programa delinea al chelista o al director, es su manera de expresar su gratitud. Rastro de su mundo emocional. Todos juntos conforman una autobiografía de quien dibuja siempre, «pero me conocen como escultura porque hay obras mías en la calle, los dibujos no se ven».
El Museo de la Universidad de Valladolid muestra esta obra menos conocida de Belén González (Valladolid, 1954) hasta el 11 de marzo. Comisariada por su hija Elisa, también ella y sus hermanas forman parte de ese universo en dos dimensiones.
«El dibujo es una manera de conocer, igual que los matemáticos van escribiendo sus fórmulas. Siempre dibujo, me ayuda a resolver problemas de la figura, del volumen, a entender», explica. «El dibujo tiene entidad propia, aquí apenas hay unos bocetos de unas medallas. Hay dibujos de esculturas pero ya terminadas, porque cuando pasas tiempo con un retrato y terminas la pieza, se va el modelo y la relación con el personajes sigue ahí. Mi cabeza continúa dándole vueltas». Gustavo Martín Garzo, Pedro Gómez Bosque y José Jiménez Lozano miran desde la pared.
«Una no se puede eludir»
La exposición se abre con una escultura de su hija Elisa, cuando era un bebé, envuelta en una manta, y con un retrato de Miguel Delibes. Una vista general del centro de Valladolid, un bosque, un armario en el que cuelga ropa revelan el dominio de González sobre el grafito. Sus cuadernos guardan recuerdos de viajes familiares, de excursiones al campo con el caballete, de proyectos que fueron y otros que podían haber sido. «No hay dibujo sin pensamiento», sostiene Belén, que se confía al espectador en esta ventana más íntima. Y es «una no se puede eludir».
Por su parte Fernando Díaz-Pinés, director del MUVa desde el mes de junio, estrena su proyecto expositivo con Belén.«Es un museo universitario y queremos inlcuir artistas de todo su ámbito, Palencia, Soria, Segovia y Valladolid. Ni solo emergentes ni solo consagrados, y también reflejar el arte de las mujeres». La próxima cita será con Gonzalo Páramo.
'Solo dibujo'. MUVa. Plaza de Santa Cruz. Hasta el 11 de marzo.
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