Valladolid

El arte de las personas con discapacidad se hace visible en la Cúpula

Harlem cifró en «más de setenta creadores con capacidades diversas» a las personas implicadas en la creación de figuras abrazapájaros, fotografías, acuarelas o pajareras, entre otros objetos artísticos. Esta edición el agua ha cobrado una importancia especial, tanto por el patrocinio de Aquavall como por la edición del libro 'El hada del agua', obra culmen de esta edición de Mirar que ilustra un cuento de Gustavo Martín Garzo con obras del profesional Pablo Giménez y de otras personas implicadas en el proyecto y que cuentan con alguna discapacidad: «Es una edición en tapa dura y de calidad, con papel reciclado y un libro precioso donde hay una conexión entre lo creativo y lo solidario», manifestó Harlem.

En la presentación estuvo el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, quien tuvo palabras cálidas para el anterior equipo del gobierno municipal: «Es este un proyecto que heredamos de la anterior concejalía de Medio Ambiente, a cargo de María Sánchez», reconoció, destacando la participación una a una de todas las entidades implicadas. Y del propio presentador: «Harlem contribuye a hacer una buena labor social y es una persona comprometida con el importante trabajo que realiza día a día la Fundación Personas».

Carnero también quiso destacar la importancia del agua y defendió el papel que tiene el Consistorio en «que se produzca el ciclo integral del agua en los hogares de todos los vecinos y vecinas de Valladolid». Tras el alcalde, tomó la palabra Martín Garzo, «encantado y orgulloso con esta edición», y que vino a enumerar los elementos más relevantes de su cuento: las madres, los niños, las hadas y, claro, el agua: «Hablar del agua es hablar de lo que somos, de la vida», señaló. «Los ríos han tenido un destacado papel en la historia del mundo: el Tigris y el Éufrates, pero también el Nilo o el Ganges». Garzo no quiso concluir sin hablar de la fascinación que tiene el cuento como artefacto literario: «Nos invita a internarnos en lugares escondidos y nos enseñan a mirar: no nos explican la vida, pero contribuyen a completar el mundo».

Junto al trabajo de Martín Garzo en las palabras de 'El hada del agua' se encuentran también las ilustraciones de Pablo Giménez, hechas «con seriedad, intención e inocencia». Para Giménez, «es raro encontrar a un niño que no le guste pintar, pero aún más difícil resulta encontrar a alguien mayor a quien le siga gustando hacerlo». Con todo, el artista asevera que se toma el trabajo «como una cosa muy seria». Para él, pintar es «una manera más de expresarse» e invitó a los asistentes, pequeños y mayores, a que lo siguieran hacerlo porque «es algo que cuando se necesita ayuda muchísimo».

El Proyecto Mirar suma trabajos artísticos de más de 70 personas con discapacidad de Aguilar de Campoo, Guardo, Palencia, Segovia, Zamora y Valladolid. En representación de todas ellas intervino Jesús Palacios, segoviano, que destacó lo valiosas que son para el colectivo las microclases online para hacer las esculturas abrazapájaros, las fotografias o los macrocuadros: «Lo hemos pasado muy bien en los talleres y el año que viene lo vamos a pasar mejor», anticipó.

Diferentes representantes de las entidades participantes también quisieron intervenir para agradecer que hayan contado con ellas en el proyecto, desde Maria Eugenia Rincón de Aquavall hasta el fotógrafo Ricardo González, para quien se ha aprovechado «la capacidad de la fotografía para generar metáforas». También pudieron intervenir de la asociación Vallkirias Pisuerga, formada por mujeres supervivientes de cáncer de mama, que mostraron un dibujo Dragon Boat para Harlem, o distintos usuarios de El Puente Salud Mental, que coordinados por el educador Óscar Reyero presentaron unas pajareras «hechas a partir de madera sin tratar, en un híbrido de jardinería y carpintería».

Ángeles García, presidenta de la Fundación Personas, cerró el acto «con el orgullo del trabajo que se hace, el visible y el invisible». El músico José Luis Gutiérrez dio la puntilla final con un número homenaje al agua mediante diversos instrumentos informales.