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«Si nos dijeran la fecha de nuestra muerte no viviríamos, cumpliríamos un plan. Con el arte contemporáneo pasa algo parecido, lo bonito es que no sabes cómo será mañana. La experiencia te entrena el ojo para ver lo relevante, puedes percibir cuándo un ... artista está en su media carrera, maduro para aceptar un encargo y que es suponga un salto hacia adelante». Así ve su trabajo Manuel Olveira, al frente del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC) desde 2013.
El MUSAC nació con el milenio, como el auditorio Miguel Delibes de Valladolid, en un momento de generosos presupuestos para la Cultura que comandaba Silvia Clemente. Abrió sus puertas en 2005, con 127.997 visitantes en su debut, y Rafael Doctor al frente. Llegó a su pico en 2008, con 162.067 y dio un bajonazo en 2012, con 51.825, cuando se empezó a cobrar la entrada. Según la encuesta anual del Observatorio de la Cultura Nacional, es la institución más relevante de la comunidad para el resto de españoles y la segunda para los castellano y leoneses, tras la Seminci.
Nuevo rumbo con la crisis
«El Museo comenzó con un programa espectacular y un modelo muy singular, de gran pegada nacional e internacional. Pero estaba basado en un modelo económico que estalló con la burbuja de 2008. El primer director deja el MUSAC precisamente en 2009 y comienza una redefinición con su sucesor, que abandona en 2010. A partir de mi entrada, buscamos un modelo de museo acorde con la realidad social y económica de nuestro entorno, quizá no tan espectacular y con un tinte más discursivo, más crítico. Nos hemos centrado en los cinco temas que han guiado tanto la colección como la programación desde 2013». (En 2007 hubo 3.150.000 euros para compra de obras; en 2014, 70.000).
'Cinco itinerarios con un punto de vista. Colección MUSAC' es la exposición que celebra los 15 años de la institución. Los temas que han marcado los últimos años y resumen la muestra son «corporalidades y feminismos, teorías y prácticas decoloniales, contexto y acción situada, textualidades y archivos, y publicaciones especiales y libros de artista».
Con una única entrada para todo el museo, no pueden hablar de exposiciones más o menos visitadas. Olveira lleva a gala hacer mucha sala, pasar tiempo fuera del despacho. «Hay exposiciones que se convierten en populares y otras con menos impacto pero más trascendencia. Por ejemplo hicimos una sobre Riaño, 'Región (Los relatos). Cambio del paisaje y políticas del agua' suscitó mucha atención y vino mucha gente. Creo que el tema del agua es internacional, a pesar del mito nacional que fue Riaño, el problema del agua es mundial. Nos demostró que es acertado programar temas locales desde una perspectiva global y tratar temas globales desde un punto de vista local».
Los actos programados para celebrar los quince años del MUSAC están a la espera de lo que ocurra con las medidas sanitarias. Olveira ya se ha acostumbrado a trabajar con varios planes para escenarios distintos.
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