Valladolid

Anagramas que manan de la naturaleza fotografiada

«La fotografía es para mí un soporte más del arte plástico, otras veces uso la escultura o el vídeo. La pintura no. Mis fotografías están intervenidas por la palabra», dice Carlos de Gredos (Hoyocasero, Ávila, 1958). Precisamente su entorno es la base de sus imágenes, las rocas graníticas, los chupiteles de hielo, los prados verdes, los animales, los cielos. Considera la suya una obra «híbrida, en la que la palabra fija la imagen. No suscribo eso de que una imagen vale más que mil palabras porque para mí una palabra puede dar lugar a mil imágenes», cuenta. La palabra como construcción relacional, como combinación de letras que derivan en «sinónimos», el juego infinito del anagrama que le permite indagar en el paralelismo entre nacer/crean o liceo/cielo.

«Uso la lengua con libertad absoluta, no soy académico así que para mí no hay limitaciones entre unos idiomas y otros, hago anagramas mezclándolos». Hay palabras en inglés, latín, alemán, griego, español, «me gusta la idea de Babel, para mí están todas relacionadas y juntas», explica el coordinador del Centro de Arte y Naturaleza Cerro Gallinero.

Cada fotografía tiene una palabra y un título, «los tres conforman la obra. A veces el título desarrolla la idea, expresa mi conclusión». Recibe al visitante un árbol que sostiene en cada rama un anagrama de esa palabra: labor, albor, borla, albor. El óvalo de la siguiente es óvulo creador, el templo guarda el tiempo. Aveces son sentencias ajenas como la de Einstein «Dios no juega a los dados» que De Gredos pone a prueba y concluye «os niego dudas/ sajo lado». «Pregunto al anagrama y este me contesta, certificando que Einstein tenía razón». El artista presentará sus libros de poesía visual coincidiendo con la exposición.