Alonso Berruguete conquista tres salas de la National Gallery de Washington

Alonso Berruguete (1490, Paredes de Nava-Valladolid, 1561) es uno de los artistas referentes del Museo Nacional de Escultura, que con el préstamo de 23 piezas del retablo de San Benito a la pinacoteca estadounidense se convertirá hasta el 17 de marzo en el baluarte de una muestra en la que se exhiben medio centenar de obras procedentes de instituciones como el Louvre, el British Museum o la Galería Uffizi de Florencia. Después, las obras viajarán hasta el Meadows Museum de Dallas, donde se exhibirán desde el 29 de marzo hasta el 26 de julio.

Enviadas en dos aviones hace varias semanas, junto a las esculturas del museo han viajado también tres retablos de la vallisoletana iglesia de Santiago, también tallados por Alonso Berruguete.

Por el hecho inusual de que un estado autorice una salida masiva de piezas del mismo autor a otro país y la visibilidad que esa presencia artística otorga a la escultura española, la exposición se considera un evento de interés nacional en el que se ha implicado la Embajada de España en Estados Unidos con la producción de un documental sobre las ciudades en las que vivió el escultor. «Tanto para el museo como para el Ministerio de Cultura supone un esfuerzo enorme prestar tantas piezas de una sola institución y prescindir de ellas durante nueve meses», explica María Bolaños, directora del Museo Nacional de Escultura, satisfecha de que ese esfuerzo se vea recompensado «situando al museo y a la escultura española en otra dimensión que trasciende lo local y lo nacional».

El fondo artístico enviado a Washington ha dejado un vacío en parte de las tres salas del Colegio de San Gregorio donde se exponen las piezas del retablo de San Benito. En compensación, el centro está organizando una muestra monográfica sobre Alonso Berruguete con obra procedente de entidades y museos de varias ciudades españolas. «Intentaremos cubrir esas ausencias temporales con la llegada de esculturas del mismo autor que nunca se han visto en Valladolid», aduce Bolaños, convencida de que el foco que la National Gallery pone sobre la obra de Alonso Berruguete suponga «una excepcional oportunidad de difundir su personalidad artística en Estados Unidos», donde el arte italiano goza en los museos de más presencia y repercusión que el español.

En los últimos cuatro años varios restauradores y responsables de exposiciones de la entidad estadounidense han efectuado una decena de viajes desde Washington para conocer al detalle la trayectoria artística del escultor palentino. En concreto, C. D. Dickerson, uno de los dos comisarios de la muestra, ha visitado en varias ocasiones las salas y almacenes del museo así como otros lugares que albergan su obra.

En una de las salas del centro museístico estadounidense se ha levantado una estructura especial que alberga algunas tallas a modo de simulación de uno de los tramos del retablo de San Benito.

«Desde el inicio el proyecto se planteó como una alianza entre tres grandes museos –Nacional de Escultura, National Gallery de Washington y Meadows de Dallas–, deseosos de reforzar vínculos entre sus profesionales y sus públicos», remarca Manuel Arias, subdirector del centro vallisoletano que ha hecho también de correo en la salida y llegada de las piezas y ha tenido una participación activa en el montaje en las salas. Arias, autor del libro 'Alonso