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El director de teatro y de la compañía Noviembre, Eduardo Vasco.

«Poco a poco vamos a llegar a una Edad Media como no espabilemos»

Eduardo Vasco / Director de teatro

Luis Miguel de Pablos

Lunes, 3 de abril 2017, 11:59

Nuestro protagonista está de vuelta de todo y hará lo que sea necesario para alcanzar el poder absoluto. Ni siquiera la familia ni, por supuesto, obstáculos ajenos podrán apartarle de su objetivo. Un hilo argumental perfectamente válido para cualquier siglo, desde luego mucho más en el actual, y que sin embargo se instala hace seis siglos en la Inglaterra de los York.

Ricardo III, el pérfido y malvado monarca está a punto de gritar el histórico Mi reino por un caballo en la batalla de Bosworth cuando cae en manos de Eduardo Vasco. Como antes cayó Hamlet, Noche de Reyes, Otelo y El Mercader de Venecia. El director madrileño se ha convertido en el director de cabecera de William Shakespeare.

Pocos secretos tiene ya el dramaturgo inglés para usted?

Bueno, en este país no hay una tradición en la que se siga una línea de repertorio y parece que sorprende, pero nosotros somos una compañía con una trayectoria muy vinculada a los clásicos. Acabamos de salir de la Compañía Nacional y eso nos ha derivado al autor que fue el último con el que trabajamos antes de ir a la Compañía Nacional.

¿Pero no todo el mundo se atreve con un texto de Shakespeare?

Son textos que además de llevar repartos amplio, requieren de un conocimiento. Requieren de una cierta sabiduría teatral y a veces hasta una inocencia, pero tratamos de afrontar el trabajo con Shakespeare desde nuestra experiencia y sensibilidad. Fíjate que después de hacer cinco ya, hemos hecho textos tan distintos que parece que estamos trabajando autores distintos. Su tratamiento parte siempre de fuentes muy diferentes y son muy enriquecedoras para nosotros. Ricardo es una pieza histórica, con unos vínculos con la actualidad muy potentes por el perfil del personaje. Es un personaje sin escrúpulos que conecta con el devenir del poder, y por lo tanto un tema que nos importa a todos mucho.

Seguro que podríamos ponerle una cara conocida hoy día?

No creo que sea tan necesario llegar a una conclusión tan concreta, como ver que ciertas actitudes se acaban repitiendo a lo largo de la historia. No somos tan ajenos los ciudadanos a este tipo de personajes que sube hasta lo más alto. La historia nos demuestra que estos personajes llegan a nuestras vidas y cuesta mucho quitárselos de encima.

Hoy todo lo asociamos a Trump.

Bueno, es que en Trump se junta, además de la falta de escrúpulos, una ignorancia supina. Pero la gran diferencia con este personaje es que Ricardo es de una gran inteligencia. Es manipulador, es un político hábil, procede de una familia de posibles, pero en este caso no hablamos de un patán sino de un gran estratega.

Pese a su fama de cruel, el Ricardo de Eduardo Vasco llega a resultar hasta simpático en la obra.

Bueno, está en la propia función. Es un personaje que cuenta chistes negros y comentarios muy ácidos, es muy despótico y traspasa tanto los límites de lo normal que provoca cierta hilaridad en el público. Te puede provocar simpático de lo malvado que es.

¿Cree usted que si mañana le pusieran una corona le cambiaría el carácter?

No es una ambición que yo maneje ahora mismo. El poder corrompe y transforma, y no es algo que aporte demasiado al individuo. Es una responsabilidad y a poco que adquieras una cierta conciencia cívica, lo único que haces es aportar una energía a algo que no te devuelve nada. Cuando he dirigido instituciones, que he tenido la oportunidad de hacerlo en varias ocasiones, la última en la Compañía Nacional, te desfondas muchísimo. Creo más en el poder como responsabilidad que como satisfacción.

Una de las sorpresas para el espectador la pone el vestuario de Lorenzo Caprile.

Es un privilegio trabajar con él. Con su estilo nos enriquece a todos los que nos dedicamos a esto. Es un vestuario que oscila entre los años 30 y 50, y al mezclar varias guerras nos aporta una gran visión panorámica.

¿Da Arturo Querejeta el papel de canalla que buscaba?

Lo da mejor. La verdad es que la propuesta que yo traía era bastante peor que la que luego ha aportado Arturo. Es lo que pasa cuando trabajas con grandes actores. Arturo enriquece todos los papeles en los que trabaja y los convierte en algo más humano y cercano para el espectador. Les da una entidad que llega a asustar.

¿Ha descubierto matices en Shakespeare que desconocía?

Es obvio que cuando trabajas un texto de un gran autor, acabas muy vinculado a él, también acabas conociendo cosas de los demás. Encuentras valores y cosas que luego puedes aplicar a otros trabajos.

¿Cree que el mundo está vuelto del revés?

Y además tiene la cabeza donde deben estar los pies. Ahora mismo tenemos un mundo alejado de las grandes utopías de principios del siglo XX. Cualquiera que tenga dos dedos de frente se da cuenta de que ahora mismo tenemos millonarios y gente pobre. Poco a poco vamos a llegar a una Edad Media como no espabilemos.

Vivimos en una crisis moral...

Afortunadamente por eso volvemos a los clásicos.

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