«Los españoles no somos como don Quijote ni como Sancho»

Ha leído siete veces el Quijote, vuelve cada año a las páginas de alguna de sus ediciones para disfrutar de pasajes o capítulos y proclama que hablar de este hito literario supone una «auténtica alegría más allá de las conmemoraciones». Y lo dice con la convicción de que no podemos vivir «a golpe de centenarios». José Antonio Pascual, vicedirector de la Real Academia Española (RAE), impartió ayer en la Casa de Cervantes en Valladolid la conferencia El Quijote o la libertad del lector, con la que aproximó a los asistentes al disfrute de su lectura derritiendo tópicos e interpretaciones manidas que han cuajado a lo largo de los siglos. «Es una obra que, a causa del romanticismo alemán, se ha interpretado como una especie de biblia de cómo somos los españoles, un reflejo de nuestros defectos y virtudes, y el Quijote es una joya de nuestra literatura , no es el termómetro de nuestro pueblo. Hay que leer el Quijote instó atendiendo a la libertad del escritor y no interpretarlo como reflejo de una forma de ser de los españoles, porque ni somos como don Quijote ni como Sancho, el texto solo plasma el sentir de una época y una sociedad en un hermosísimo proceso de libertad».

Destacó también la libertad creativa de la que hizo gala Miguel de Cervantes al atreverse con una prosa de ficción donde además de narrar hechos, «se ríe de esa realidad, la tiñe de una ironía que le lleva a decir cosas sorprendentes. Y esa libertad crea un género importante tomando la ficción como algo positivo en un momento en el que era concebida como algo peligroso, perverso, frente a lo que podía ser el lenguaje claro, filosófico y científico».

Para el doctor en Filología Románica por la Universidad de Salamanca y exdirector del Instituto Cervantes de París, la literatura es algo que supone siempre un avance sobre lo anterior, «y Cervantes da un paso de gigante que nos lleva a complacernos y disfrutar de su lectura».

No está al corriente el académico de la programación que se presentó el martes para conmemorar el IV centenario de la muerte del escritor. «No tengo ni idea, últimamente vivo trabajando en el Diccionario Histórico y desconozco lo que se se va a hacer; el Quijote es una obra igual de buena independientemente de todo eso, una obra cumbre de nuestra literatura, decisiva y entretenida que no podemos ignorar».