Crónica de la insatisfacción

Cayetana Guillén Cuervo, una actriz casi de nacimiento, es la útima en poner piel a Hedda Gabler, el personaje «complejo y contenido» de Henrik Ibsen al que han dado vida algunas de las más grandes artistas de la historia y que desde el viernes y hasta el domingo interpreta en el Teatro Calderón de Valladolid.

Productora, presentadora y, sobre todo, actriz, Cayetana ha presentado esta función que coproduce con su compañía, Mucha Calma, el Centro Dramático Nacional y la compañía Noviembre Teatro, que pone al frente de este proyecto a su director, Eduardo Vasco, que ha acompañado a su protagonista y que, como ella, ha sido presentado por el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, quien recordó cómo conoció a la artista, hace 23 años, en sus tiempos de actor en un Festival de Almagro.

Para la actriz se trata de un personaje «muy complejo y contenido» que refleja la infelicidad, la insatisfacción, de una mujer que descubre que no es lo que ella hubiese querido sino el fruto de una serie de convenciones sociales contr las que se rebela.

Henrick Ibsen estrenó Heda Gabler, una d e sus obras popstreras, a finales del siglo XIX y recibió una respuesta fría, cuando no directamente crítica, tanto por parte de público como de los comentaristas. Sencillamente no lo entendieron. No era posible, en la Europa de aquel momento (el montaje se representó por primera ve en Alemania), que la sociedad entendiese lo que el genio noruego quería transmitir, una defensa de la fidelidad a uno mismo al mismo tiempo que criticaba el código de superioridad absurdo y caduco de determinadas clases sociales.

El personaje, al que hace cuatro años dio vida Laia Marull y que han interpretado artistas de la talla de Glenda Jackson, Ingrid Bergman, Cate Blanchett o Isabelle Huppert, recala en el Teatro Calerón de Valladolid co un rostro tan recononcible como el de Cayetana Guillén.