«El teatro fue un fenómeno social en el Siglo de Oro, reflejo de la pujanza de Castilla»

El Premio Príncipe de Asturias 2014 de Ciencias Sociales ofrece hoy en Olmedo su visión de España en los siglos XVI y XVII olmedo. La villa de Olmedo recibirá hoy la visita del hispanista francés Joseph Pérez (Laroque-dOlmes, Ariège, 1931), quien mantendrá un diálogo con el catedrático de historia Luis Ribot en el marco de las Jornadas de Teatro Clásico que acoge el festival, con el fin de dar a conocer cómo era la España del Siglo de Oro desde las perspectivas política, social, económica y cultural, con especial atención al teatro. Analizará una época en la que el país comenzaba a dar muestras de prosperidad y ejercía un papel relevante en el mundo, en un tiempo en el que las obras de Lope de Vega y Calderón de la Barca tuvieron un enorme eco.

El historiador, que acude por primera vez a Olmedo Clásico, realizará escala en la villa antes de acudir a San Lorenzo de El Escorial (Madrid) para ofrecer una conferencia sobre la historia del príncipe Carlos de Austria, con motivo de la presentación del montaje de la ópera Don Carlo, de Verdi, dirigida por Albert Boadella. Joseph Pérez, hijo de emigrantes españoles, se ha volcado en el estudio de todo lo relacionado con España, cuyos resultados ha plasmado en decenas de obras desde hace más de 50 años. En la jornada hablará además de su último libro Cisneros, el cardenal de España, por ser «el hombre clave del siglo XVI; con él habrían cambiado mucho las cosas si hubiera vivido diez años más», comenta. También expondrá sus reflexiones recogidas en su obra La leyenda negra para recordar «lo que supuso para España y cómo algunos de sus temas están aún de actualidad».

¿Qué aspectos del Siglo de Oro abordará en su diálogo con Ribot?

Es algo que a priori no tenemos preparado, porque queremos que sea abierto, pero sí que hemos marcado algunos puntos principales, como el hecho de poder tratar el papel fundamental de España en el mundo durante el Siglo de Oro, el fenómeno de la hegemonía española en todos los ámbitos, político, social, cultural... pero también hablaremos de la leyenda negra contra España por su éxito al extenderse por toda Europa. Hablaremos sobre el Cardenal Cisneros, del que trato en mi último libro, y de por qué fue un personaje tan importante en la historia española en el siglo XVI. Fue una pena que Cisneros no pudiera vivir diez años más, porque entonces se habría convertido en un gobernador popular en la época de Carlos V, hubiera dado prioridad al bien común, pero además habría conseguido una España sin comunidades, sin persecución y sin algunas prohibiciones.

¿Cómo era esa situación de la España del Siglo de Oro?

Era una época de prosperidad, pero al tiempo de declive en otros puntos del mundo, como América o la zona más comercial de la India. Fue un momento de esplendor, aunque ya lo había sido antes en España, en el siglo XVI, gracias a Sevilla, que se convirtió en un puerto importante. Esa prosperidad de los siglos XV y XVI se debe en parte a Castilla, que suele pasar desapercibida en la historia del país pero que formó parte del eje económico, cultural y humano de la hegemonía española, siendo la zona más desarrollada. Desde Bilbao a Sevilla se dibujó una franja vertical que pasaba por Burgos, Medina del Campo, Valladolid, Toledo o Córdoba. Sitios donde tuvieron lugar los grandes fenómenos de la España del siglo XVI. La importancia de Castilla se deja ver en monarcas como Carlos V, que se apoyó en ella como base del imperio. La Corona de Aragón y Zamora o Barcelona estaban en decadencia, no podían competir con los castellanos; de ahí que en estos siglos el castellano se transformara en la lengua principal, «la lengua del imperio», como decía Nebrija. Es cierto que ese impacto de la primacía cultural de Castilla fue fundamental en la historia de España.

¿Cómo influyó en el teatro?

La importancia del teatro llegó un poco más tarde a España. Primero se comenzaron a representar obras en las cortes de caballeros y después, hacia finales del siglo XVI y comienzos del XVII, fue el momento de más fama de autores como Lope de Vega, Calderón o Tirso, que supieron aprovechar la oportunidad y captaron al público poniendo en acción coplas populares, lo que además contribuía a crear un ambiente nacional. Los monarcas de aquel momento no tuvieron un papel que resaltara en favor del teatro, pero no impidieron que se llevara a cabo. El teatro se convirtió en todo un fenómeno social, fruto del desarrollo económico y cultural, reflejo de la pujanza de Castilla. Además, dejaba de ser algo reservado para una élite y se transformaba en un acto social que atraía a la muchedumbre, y ese éxito fue duradero, tanto que se prolongó hasta el siglo XVIII.

En el resto del mundo estaban resentidos con España...

Sí, porque en aquel momento España tenía un fuerte empuje castellano en todos los ámbitos y eso le otorgaba un prestigio en toda Europa que provocaba resentimiento en otros países, que iban contra una potencia a la que veían que se creía superior y era más pujante que el resto.

¿Por qué Lope de Vega y Calderón de la Barca destacaron en el Siglo de Oro español?

Fueron los más representativos porque supieron captar toda una corriente popular y culta, y la fundieron en composiciones que triunfaron primero en España y luego en el mundo. En el caso de Calderón dejó un legado espiritual de la España de la época en algunas de sus obras y autos sacramentales, y Lope de Vega supo cautivar al público con obras como El caballero de Olmedo, en la que dio forma a una copla popular que en Olmedo conocen tan bien. Hace unos años en el Archivo de Simancas, y por casualidad, descubrí el caso real de este suceso de finales del siglo XVI y fue algo que me interesó desde el primer momento estudiar, especialmente por la manera en que Lope había plasmado la historia.