Carlos Burguillo invita a pasar por la renovada enrada.

La Sala Borja entra en el siglo XXI

Año y medio y casi un millón de euros de reforma después de su polémico cierre el teatro de los jesuitas reabre sus puertas a la cultura vallisoletana

Javier Aguiar

Martes, 14 de abril 2015, 13:41

No estaba entonando el canto del cisne, simplemente no supieron explicarse. Esa parece ser la única explicación del malestar y la nostalgia que en septiembre de 2013 invadieron al mundo de la cultura vallisoletana cuando la Compañía de Jesús anunció el cierre de la Sala Borja tras casi cuarenta años dedicada a acoger una parte importante de la vida cultural de la ciudad. Muchos recordaron los buenos ratos pasados en ese entresuelo de la calle Ruíz Hernández al que había que bajar si se quería disrutar de la mejor oferta de música, teatro o cine de Valladolid. Un teatro emblemático.

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Pues bien, la Sala Borja ha reabierto ya sus puertas y vuelve a ofrecerse al mismo colectivo que tuvo en ella su hogar todos esos años.

Gracias a una reforma integral que ha costado 950.000 euros procedentes exclusivamente de los fondos de la Compañía las instalaciones han sido modernizadas y los sistemas de seguridad actualizados y adaptados a la normativa de prevención de riesgos, con dos salidas de emergencia, un grupo antiincendios y un mobiliario renovado y fabricado con material ignífugo. La Sala luce como nueva con sus 424 butacas, unas 50 menos que antes de la obra, siete de ellas -con la opción de ser compartimentada- adaptadas para personas con discapacidad y diez filas preparadas con bucle magnético para espectadores con deficiencia auditiva. Además del cuarto de control el centro dispone de dos salas multiusos en las que actualmente se dan clases de baile, camerinos, vestuarios, pantalla de cine y dos proyectores y nuevos sistemas de calefacción y climatización que también dan servicio a la iglesia aneja.

La renovada Sala Borja, que oficialmente será inaugurada el próximo 22 de abril pero que ya ha albergado algunos actos, ha sido presentada por la mañana por el jesuita Félix Revilla, director del INEA y del Colegio Menéndez Pelayo y responsable del seguimiento de la obra de reforma, y por el nuevo gerente artístico del teatro, Carlos Burguillo, un hombre íntimamente relacionado con el teatro aficionado de la ciudad a través de grupos como Tiramisú o Gente del Teatro. Revilla apuntó la voluntad de la Compañía de Jesús de seguir apostando por la promoción y la difusión de la cultura y su intención en poner al servicio de las reformadas instalaciones al servicio tanto de los colectivos que antes de la obra ya hacían uso de ellas como de otros nuevos para los que han quedado adaptadas, como reuniones de trabajo, congresos y eventos con capacidad de retransmitir en directo por 'streaming'.

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