virginia t. fernández
Viernes, 6 de marzo 2015, 12:49
Diferentes edades y lenguajes artísticos con los que expresarse. Distintas actitudes frente al mundo. Distantes y a la vez próximas, porque comparten el tiempo que viven y el suelo que pisan, la ciudad a la que están vinculados (aunque muchos de ellos vayan y vengan, se vean obligados a trabajar fuera pero siempre acaben volviendo) y el compromiso con el hecho artístico contemporáneo. Creadores inquietos es una muestra colectiva de arte contemporáneo que reúne en Valladolid la obra de 17 artistas locales que procesan la realidad circundante en clave artística, le sacan jugo, la voltean, la poetizan. Se puede visitar hasta el 5 de abril en la Sala de Exposiciones de las Francesas y permitirá al público hacerse una idea de la diversidad creativa que bulle en la ciudad.
Publicidad
Comisariada por el galerista Javier Silva en colaboración con Javier García, la Fundación Municipal de Cultura promueve Creadores inquietos en el marco de CreArt (Red de Ciudades para la Creación Artística). Un paseo por la exhibición invita a observar una panorámica de vías de investigación sobre el entorno a través de manifestaciones y técnicas artísticas variadas. Hasta el soporte textil está representado en la exposición, que incluye los collage que las fundadoras de la marca de artículos de moda Pinapardo, Ana Cubero y María Tamames, utilizan para estampar sus complementos.
Juan Carlos Quindós crea una suerte de «documentación poética» en la videocreación Fragua, realizada en el edificio Tabacalera de Madrid antes de que una gran parra tuviera que ser cortada en beneficio de la conservación de la construcción. El vídeo proyecta una sucesión de imágenes cuyo ritmo secuencial va acelerándose para arrojar una metáfora: el paso del estado sólido al líquido, como si la realidad fuera un material maleable.
Algo de fotografía documental tiene la otra obra con la que participa, Black Hole Sun / Multiplicidad, una composición sobre azulejos que desvela al espectador de forma repetitiva (parece un «histograma de fases lunares») lo que se ve al otro lado de una serie de tubos situados en un solar semiabandonado. Es «la poética en el objeto encontrado», define el creador.
Sobre lo poético en los restos también reflexiona Ignacio Gil, que exhibe seis piezas de su serie Reverb, expuesta en el Coco Café a partir de mañana. Su obra es fruto de un proceso de búsqueda que ha desembocado en «una traslación del código pictórico su hábitat natural a material de desecho». Son escombros sin adulterar pintados en su superficie que cuyo efecto final supone «una carga conceptual añadida sobre objetos que hablan al ser humano del eco de sus propias huellas», describe el pintor. El rastro humano de la comunidad gitana queda reflejado de la mano del fotógrafo Ricardo Suárez. Gitanos nómadas en Casasola de Arión es un juego de contrastes. Suárez documenta en blanco y negro la vida itinerante de este colectivo para sugerir al espectador una paradoja: «la vida errante en el seno de la Castilla inamovible, la del arraigo», explica sobre sus retratos, tomados siempre «desde la dignidad y el respeto», y no tanto desde el intento de documentar la miseria. Jorge Consuegra representa el espacio de la exposición dedicado a la ilustración. Como adelanto de un libro de humor gráfico que está preparando, el ilustrador cuelga a modo de viñetas de cómic tres piezas en las que pone a Dios (transfigurado en cuerpo humano con cabeza en forma de ojo) a practicar budismo, entre otras actividades cotidianas propias del hombre. Busca Consuegra humanizar la divinidad proponiendo preguntas a quien observa, la extrañeza como motor de la contemplación.
Publicidad
Simultánea a CreVA
David Campesino, Andrés Carretero, Pablo de Castro, Esther Gatón, Laura López Balza, Álvaro Pérez Mulas, Cristina R. Vecino, Patricia Sandonis, David Herguedas, Gonzalo de Miguel y Paco Villa completan la nómina de creadores jóvenes y no tan jóvenes que estudian los vínculos que les unen a su propia obra y al espectador que la difruta. Todos ellos son inquietos en grado máximo, no solo por el afán de experimentación en el campo artístico sino porque simultanean ocupaciones profesionales, son emprendedores culturales o viven intensamente el arte contemporáneo como proceso colaborativo. De hecho, el inicio de la exposición coincide con el comienzo hoy viernes de CreaVA, la segunda edición de la explosión creativa que tendrá lugar en Valladolid hasta el 29 de marzo para celebrar el Día Europeo de la Creatividad Artística, el 21 de marzo.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.