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Sobredosis de sonrisas

Sobredosis de sonrisas

Alumnos de la ESAD de Castilla y León interpretan textos de 15 autores de teatro en un maratón de monólogos abierto al público en Mercartes

Alfredo Gómez

Jueves, 6 de noviembre 2014, 21:02

Los hay de todos los gustos y para todos los colores para que el público se tronche de risa o examine su conciencia social. Son los populares monólogos, que se han convertido en un punto de referencia dentro de los escenarios y de las artes escénicas. Con planteamientos muchas veces ridículos y absurdos, con frecuencia utilizando un tono picante o reivindicativo de algo que suele convertirse en una utopía, también como un soliloquio, o escena unipersonal, como género dramático en el que un personaje reflexiona en voz alta expresando sus pensamientos, ideas y emociones al público. Todos y cada uno tienden a obsequiar al público con una sobredosis de sonrisas.

Ayer, Mercartes 2014, la quinta edición del mercado profesional de las artes escénicas de España, vivió una jornada de puertas abiertas al público con un maratón de monólogos de autores de teatro que interpretaron alumnos de la Escuela Superior de Arte Dramático de Castilla y León.

Quince dramaturgos de reconocimiento nacional, como Juan Mayorga, Ignacio Amestoy, Jesús Campos, Juan Carlos Rubio o Antonia Bueno, entre otros, firmaron los textos que llevaron a escena los estudiantes de interpretación de primero, segundo y tercer curso de la ESAD, en un marco ideal, donde también están representadas todas la disciplinas del mundo escénico: teatro, en todas sus modalidades, infantil o para adultos, títeres, música, danza o circo, lo que les permitió conocer una perspectiva del sector en todas sus dimensiones y especialidades.

Jorge Pérez Alonso puso en escena Un borrón en el expediente, de Javier García Teba, con un tema por desgracia de moda como el mundo de los banqueros, «es un texto bastante curioso, con pinceladas entretenidas y divertidas que muestro en clave de humor».

También el humor sirve de compañía a Mar Pérez Soler con Llámame frívola, de Juan Carlos Rubio. «Va de una mujer frívola, con un poco de crítica social, porque expone hasta qué punto somos todos igual de frívolos que ella».

Peio Lekumberri Lerga participó con Basura, de Guillermo Heras, una obra con un tono dramático. «Trata de un traductor que se ve encerrado en casa por una huelga de basureros. Reflexiona y se ve reflejada su vida en esa huelga»

Entre bromas y chanzas, todos se hacen eco de la universal petición de Payasos Sin Fronteras: Señora Unesco, la risa patrimonio de la Humanidad.

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