Mirando al cielo nublado

Nubes, ciencia, música, arte y campanas. Este es el cóctel que propone el II Congreso Internacional de Observadores de Nubes, que se celebrará en la Granxa-Escola de Barreiros, en Sarria (Lugo) a partir de hoy y hasta el domingo, dos años después del primero. «Hay mucha más gente que observa las nubes de la que creemos», asegura rotundamente Germán Díaz, músico vallisoletano, miembro de la Asociación Ibérica de Observadores de Nubes y uno de los organizadores del simposio, junto con Fernando Fuentes, diseñador también oriundo de Valladolid. Díaz es consciente de que la idea puede sonar a broma, pero el estudio de las nubes es un disciplina que va más allá de lo fantasioso. «Nos gusta la poesía de las nubes, pero también ser riguroso», afirma el vallisoletano. Para dar valor a esta seriedad que se pretende, el congreso cuenta con expertos como José Miguel Viñas, físico del aire y que hablará de la relación entre nubes y cuadros; José Antonio Gallego, autor de Atlas de nubes y meteoros, obra de referencia en este campo, que ofrecerá una conferencia sobre los conocimientos necesarios para fotografiar tormentas; o Gavin Pretor-Pinney, presidente de la Asociación Mundial de Observadores de Nubes y encargado de inaugurar el evento.

La programación del congreso incluye además un concierto que aúna magia y nubes, a cargo de Benxamín Otero y Carlos Quintá, y un taller impartido por Francisco Remiseiro, en el que mostrará cómo construir un zoótropo, un juguete óptico que combina fotogramas, creando la sensación de movimiento. Asimismo, uno de los puntos fuertes del simposio será la conferencia del músico y etnógrafo vallisoletano Joaquín Díaz, en la que analizará presencia de las nubes y las campanas en la tradición. «Para esta charla contamos con la colaboración de los artesanos O Campo, quienes fabricarán una campana con el relieve de la nube de Athanasius Kircher, sabio renacentista, a partir del grabado que Francisco Remiseiro ha diseñado como logo del congreso», explica Díaz.

Pioneros

La elección de la Granxa-Escola de Barreiros como escenario del Congreso Internacional de Observadores de Nubes no ha sido casualidad, ya que se trata de la primera estación que envió datos meteorológicos en Galicia. Es un proyecto pionero que fundó en 1939 el padre de la actual directora, Asunción Fernández, para mejorar y modernizar la agricultura del entorno, ya que el vínculo entre esta y el clima es inseparable. Fue Asunción Fernández quien apostó por este proyecto hace dos años e hizo posible «una experiencia maravillosa y su continuación este año», tal y como señala Germán Díaz. Además, Díaz destaca la «magia especial» del entorno de la Granxa-Escola de Barreiros como factor para elegir este lugar, así como el tipo de nube «muy común que predomina en Galicia, el nimboestrato».

El congreso ahondará en la relación entre el arte y las nubes, ya que «estas han sido siempre fuente de inspiración en todas las épocas debido a su elemento poético y evocador», resalta Díaz. Es por esto que el evento propone una programación en la que se entremezclarán la música, la pintura o la fotografía con la meteorología. Personas llegadas de diversos puntos de la Península, así como de Estados Unidos o Francia, participarán en el II Congreso de Observadores de Nubes. «Desde pequeños, todos miramos las nubes, es algo que llevamos dentro y todos somos un poco observadores», señala Germán Díaz, dejando la puerta abierta para todo aquel que quiera formar parte del encuentro, cuyo objetivo principal es el de «hacer la vida divertida». «Es muy importante tener curiosidad, es lo que ha movido la historia de la humanidad», asevera Díaz.