Panamá da las gracias a Ávila

La localidad abulense de El Arenal, con una población que ronda los mil habitantes, contó ayer por la tarde, al menos durante unas horas, con un nuevo alcalde. El bastón de mando de la localidad estuvo en manos del presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, quien hizo un paréntesis en la visita que está realizando por España para acudir a este pequeño municipio del Valle del Tiétar. Hoy se reúne con el Rey Felipe VI, con el presidente de España, Mariano Rajoy, la ministra de Fomento, Ana Pastor, y varios empresarios. Pero antes quiso ver el municipio en el que nació el padre Segundo Familiar para «honrar su memoria» y agradecer los «40 años de entrega» al país latinoamericano.«Su enfoque siempre fueron los jóvenes», dijo Varela al referirse al sacerdote que falleció en noviembre de 2006, en un accidente de tráfico ocurrido en Panamá, cuando tenía 72 años. El religioso fue «amigo íntimo» de la familia del presidente, ya que gran parte de su labor pastoral la realizó en Herrera, la provincia de la que es originario Varela. «Ha dado a Panamá muchas vocaciones; de sus movimientos juveniles han salido entre 15 y 20 sacerdotes panameños, así como un encuentro que cada año reúne a más de 10.000 personas». Por todo ello ha querido «honrar el trabajo de una persona que le dedicó tanto al país».La comitiva del presidente, compuesta por una veintena de personas entre las que se encontraban dos ministros y varios secretarios de Estado, fue recibida en el Ayuntamiento por las autoridades de la zona y los muchos vecinos que no quisieron perderse un acontecimiento histórico, según lo definió el alcalde, José Luis Troitiño. «Nos llena de orgullo a toda la familia que venga a ver el sitio donde nació», afirmaba emocionado Jesús, uno de los cuatros hermanos del sacerdote presentes en el acto. «Se querían muchísimo, han sido muy amigos», añade para recordar cuánto le impresionó ver, durante el entierro de Segundo, cómo Varela pasaba repetidas veces ante el cuerpo del fallecido para despedirse de él. También le ayudó a llevar a cabo su labor pastoral entregando fondos para proyectos con jóvenes.El religioso nunca se desvinculó de su localidad natal, ya que acudía siempre que podía a disfrutar de las fiestas del pueblo. Durante esos días «siempre estaba pensando en qué cosas llevar para Panamá», recuerda Troitiño. En una ocasión, por ejemplo, consiguió varios instrumentos musicales para fundar una banda. La visita del presidente de Panamá será algo «inolvidable» para toda la zona, reconoció el alcalde. Por ello le hicieron entrega, no solo de la llave del municipio, sino también del bastón de mando. Y con él en mano, salió al balcón del Ayuntamiento para dirigirse a sus nuevos vecinos.