Borrar
La actriz Sara Rivero, ayer en la Plaza Mayor de Valladolid. RAMÓN GÓMEZ
«El teatro es un viaje excepcional y único, un ritual con el público»

«El teatro es un viaje excepcional y único, un ritual con el público»

La vallisoletana protagoniza ‘La hermosa Jarifa’ hoy en Olmedo

elena g. castañón

Viernes, 25 de julio 2014, 12:34

Ya sea tras las pantallas o sobre el escenario, Sara Rivero (Medina del Campo) sabe defenderse y absorber lo posible de cada medio. Ha participado en series televisivas como Tierra de lobos, Isabel o Galerías Velvet, pero esta noche en Olmedo lo que toca es el directo y la magia del teatro. La actriz vallisoletana presenta en la villa del Caballero La hermosa Jarifa, dirigida por Borja Rodríguez.

¿Qué propone sobre el escenario esta versión de Borja Rodríguez?

Todo es bastante novedoso y excepcional. Es de estas obras que, a pesar de ser un clásico, tiene algo distinto. La puesta en escena es muy novedosa, hay títeres, danza, una música en directo maravillosa... Además los músicos han hecho un estudio de la música andalusí mezclado con el flamenco muy interesante. Borja ha hecho una versión que respeta el texto pero que enriquece el cuento al teatralizarlo.

¿Cómo ha sido la acogida del público en otros festivales?

Hemos hecho pocas funciones, pero el público se queda maravillado. Hemos estado en Almagro, en Niebla, en Salamanca y ahora llegamos a Olmedo. Todos los públicos están reaccionando muy bien. Viene gente con niños, gente muy mayor.. La obra es muy bonita de ver.

¿A este tipo de festivales acuden solo los fieles del clásico?

Lo que a mí me ha servido para medir que la función está gustando es que, tanto gente de la profesión que siempre va a los festivales como gente que nunca va al teatro, sale muy contenta. El mejor piropo que nos han dicho proviene de gente que no va nunca al teatro porque se aburre, pero asegura que con esta función le pasa todo lo contrario. Para mí eso es mejor que cualquier crítica.

Se habla de la vigencia de algunos clásicos. En este se trata la tolerancia entre pueblos diferentes, algo que puede ser muy actual...

Esta fue una de las razones por las que entré en el proyecto, el mensaje que transmite. A priori la obra habla del honor y la virtud, palabras que hoy en día se han quedado atrás. La interpretación que hacemos nosotros es la del honor entendido como respeto por ti mismo y por la otra persona. Cuando lees el original te preguntas cómo llevarlo al teatro, porque la base del teatro es que haya un conflicto. Aquí la tolerancia está siempre presente y los personajes deciden solucionarlo por encima del enfrentamiento. Todos están abiertos a entenderse y se plantean qué pueden hacer para respetar al otro y a sí mismos. Hay mucho que contar dentro del respeto.

¿Es importante ese factor social del teatro?

Estamos en un momento en que la sociedad es muy egoísta. Es muy interesante hablar sobre el entendimiento y sobre el hecho de poner cosas moralmente por encima del bienestar propio.

¿Cómo le llega este proyecto?

Se pusieron en contacto conmigo, me enviaron el texto y me reuní con el director en un encuentro muy honesto en el que hablamos de los pros y los contras. Pero los dos queríamos contar lo mismo y estábamos de acuerdo en cómo abordarlo.

Debutó en el teatro en Italia, con Le troyane. ¿Su listón profesional quedó muy alto?

Aquello se dio así, pero la finalidad es hacer teatro y, si te gusta, lo haces en cualquier momento, lengua o país. Escojo mucho las cosas que hago, ya sea porque quiera hablar de eso en ese momento, los personajes me supongan un reto o sean personas con las que me apetezca trabajar. Si se cumplen los factores, por mí está bien que sea aquí o allí. No es cuestión de listones. Para mí no.

¿Es el teatro el medio más duro?

La televisión tiene más difusión, porque tú vas a la casa de la gente y el espectador no tiene que hacer el esfuerzo de ir al sitio convenido, a la hora fijada y además pagar una entrada. Pero yo no mido un proyecto en base a la difusión que vaya a tener. El teatro es un viaje muy excepcional y único, una especie de ritual con la gente que va, aunque sean diez personas.

El espectador que va al teatro, ¿vuelve?

El teatro tiene algo muy único. Es como comprarte un disco o ir a un concierto. Hay algo en el directo y en la ritualidad que, si lo disfrutas, lo más lógico es que vuelvas.

¿Para los actores también resulta complicado no regresar a él?

Si te gusta el teatro, aunque pases tiempo sin hacerlo, deseas volver en

algún momento. Una vez que te distancias del teatro te entra el miedo por si ya no sabes hacerlo, pero esto es como montar en bici. La mayoría de los actores empezamos en el teatro, así que es como volver a tu origen, volver a casa. Además, de ahí se sacan muchas herramientas, por ejemplo, para la televisión. Yo me siento más viva y más puesta a punto como actriz con el teatro, porque requiere mucho más entrenamiento.

Quien tiene verdadero talento, ¿lo saca en su totalidad en el teatro?

Sí, porque en televisión y cine existe el montaje, pero en el teatro el espectador es el montador. No hay posibilidad de parar y ahí se ven muchas cosas de un actor, incluso la energía de la persona, que a través de una pantalla no se percibe.

Estudió en la RESAD, ¿es necesario irse a Madrid o a las grandes ciudades para una buena formación?

La formación no depende de la ciudad, sino del maestro que tengas. Y también se aprende mucho trabajando.

Valladolid apuesta por el cine con festivales como el de Medina o la Seminci, ¿considera que es una ciudad que apoya la cultura?

Sí, en general la gente que hay en Castilla y León vinculada a la cultura es gente muy comprometida.

¿De quién es la responsabilidad de fomentar la cultura?

Desde las instituciones se necesita apoyo para levantar festivales o ciclos de teatro, porque son necesarios permisos y presupuestos. Debe haber un esfuerzo común. La cultura está ligada al ser humano desde el principio de los tiempos. Se están tomando una serie de decisiones que no la favorecen, pero no va a morir. La clave está en luchar para que todo lo que se ha conseguido a nivel cultural no se pierda. Vayamos a más, aunque más despacio, pero nunca a menos. Para los profesionales, hay una necesidad personal en la cultura, pero también es una necesidad colectiva. La cultura es muy útil y hay que tener en cuenta que bien llevada también puede generar mucho dinero.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla «El teatro es un viaje excepcional y único, un ritual con el público»