«El ansia de vivir por encima de nuestras posibilidades es eterna»

De la mano de la joven directora Liuba Cid (La Habana, 1968) llega esta noche a la Corrala del Palacio del Caballero El burgués gentilhombre, de Molière, «una de las obras menos representadas pero la más divertida e hilarante», motivo por el que esta directora decidió apostar por este montaje que realiza una reflexión sobre la actitud del hombre y su visión del universo femenino, interpretado por ocho actores que se pondrán en la piel de personajes tanto masculinos como femeninos.

La versión de Mephisto Teatro, que comenzará a las 22:30 horas, pretende conectar la mirada a los clásicos con la escena contemporánea y el público actual recreando una realidad eterna que es el tema fundamental de la obra, «el juego de las apariencias y las ansias de vivir por encima de nuestras posibilidades tanto en el terreno intelectual como emocional». Un ingenuo hombre, el señor Jourdain, cuyo padre se enriqueció con su oficio de trapero, querrá adquirir los modales de aristócratas y por ello encarga el atuendo adecuado para su nueva condición y decide aprender todo lo indispensable para ser quien quiere ser.

Pero este nuevo rico tendrá a su alrededor a personajes que querrán conseguir sus propios fines a sus expensas y aprovechándose de un ser cándido como Jourdain. «Muestra una realidad muy actual como el hecho de hasta dónde puede llegar un hombre cuando tiene dinero, la ambición y la poca humildad», aspectos que se viven en la actualidad y que esta obra rescata a través de máscaras.

Además, incorpora el elemento musical, un componente característico en los montajes que dirige debido, en parte, a su gran unión con la música tras haber estudiado la carrera de guitarra en el Conservatorio Superior de Música Amadeo Roldán, en La Habana. «No dejo de pensar en música cuando trabajo en un texto clásico y considero imprescindible mantener la musicalidad del texto», que consigue aquí gracias al ritmo de los actores cubanos y españoles que forman el elenco teatral.

Tercera vez en Olmedo

Para Liuba Cid, quien comenzara con 18 años su carrera teatral, es interesante ver el universo femenino a través de los hombres, tanto de los personajes como los propios actores «que han realizado un trabajo magnífico» para interpretar esta obra, estrenada hace apenas un mes en el Festival de Teatro Clásico de Cáceres y que recorrerá durante el verano varios escenarios españoles. Esta directora, que llegó ayer sábado para ayudar a preparar también el montaje técnico y asegurar que todo esté perfecto, se siente muy orgullosa de volver a Olmedo Clásico «porque el público es fantástico y conecta desde el primer momento con la obra».

Es la tercera vez que pisa el escenario del festival olmedano, porque ya acudió con su versión de Fuenteovejuna y Donde hay agravios no hay celos, de Francisco de Rojas Zorrilla. Destacó el esfuerzo que lleva a cabo en cada edición del festival Olmedo Clásico «siempre manteniendo la calidad en su programación y en las compañías, que es todo un lujo».

Liuba Cid es también profesora de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y, como tal, muestra su experiencia e intenta que los futuros profesionales del teatro salgan a escena con los suficientes conocimientos, aunque, según comenta, en los últimos años se nota «una falta de profundidad en la forma de enseñar teatro a los jóvenes» y se lamenta de que en las clases no exista una conexión más fuerte entre lo teórico y lo práctico.

Seguir pese a al crisis

Actualmente está inmersa en su doctorado, sobre la investigación de los clásicos en la escena contemporánea, por lo que su trabajo como directora le está permitiendo, tal y como asegura, descubrir esos nexos entre la realidad de los clásicos de hace 400 años y la actual.

Su compañía, Mephisto Teatro, ha representado decenas de obras desde el año 2007 y gracias a su trabajo ha aprendido de profesionales del teatro, diseñadores gráficos, técnicos de luces, expertos en vestuario, «lo que enriquece y me permite seguir descubriendo nuevos aspectos para mi tesis doctoral». A pesar de la crisis, dice que siguen surgiendo montajes de calidad y, por ello, «hay que insistir en mantener festivales como este de Olmedo Clásico».