Los cinco restaurantes de comida internacional de Valladolid que no te puedes perder

Un original recorrido gastronómico por Asia, Japón, Italia, Marruecos y México; un sabroso viaje que merece la pena

SIBUYA URBAN SUSHI BAR

¿Eres adicto al sushi o todavía no te has dejado conquistar por la cocina japonesa? En cualquiera de los casos, te recomendamos disfrutar de la experiencia Sibuya en el restaurante Sibuya Urban Sushi Bar de la calle Duque de la Victoria, 14, en Valladolid. Un local perfecto para celebrar una ocasión especial o para degustar una comida o cena en familia, pareja o con amigos, en un ambiente relajado en el que la decoración, la música, los olores y, por supuesto, los sabores, que te sorprenderán en cada bocado.

Sibuya propone platos elaborados con ingredientes de primera calidad como atún, salmón, langostino, pez mantequilla… incluyendo opciones para vegetarianos o para quienes prefieren otras alternativas como el pollo o el queso crema para adaptarse a todos los gustos. Y puedes elegir el nivel de picante, para principiantes o para los más atrevidos.

Tori Katsu, Takoyaki, Sake, Makis, Uramakis, Hot Rolls, Ebi BoroBoro, Baos, Noodles, Gyozas, los deliciosos y artesanales Gunkan, Nigiris, Sashimi, Tartar… o el innovador ‘Flamed Roll’, son algunas de sus propuestas innovadoras que van un paso más allá de lo que conocemos y que apuestan por la fusión de lo asiático con lo occidental.

¿A qué esperas para disfrutar de la experiencia Sibuya?

KAMADO ASIAN FOOD

Si quieres hacer un viaje gastronómico por los platos más emblemáticos de la cocina asiática, KAMADO Asian Food es tu restaurante. Con el famoso horno kamado que le da nombre como protagonista, podrás degustar platos de Tailandia, Malasia, Vietnam, Corea, China o Japón, elaborados con los mejores ingredientes de primera calidad.

Desde que entras en KAMADO sientes que estás paseando por una calle cualquiera de Bangkok, Seúl o Shangai con sus típicas luces de neón o sus imágenes de Buda. En su cocina acristalada podrás ver a sus cocineros manejando los Wok y haciendo mezclas explosivas que te seducirán.

Padthai, Curries, ramen, baos, rollitos, noodles, arroces -con infinidad de posibilidades de combinación-, brochetas de pollo, cerdo o chipirones, el famoso Pato Kamado, o las últimas incorporaciones a la nueva carta como las exquisitas zamburiñas o las hamburguesas con un toque exótico sorprendente, para finalizar después con los bollitos dulces Tian Bao Zi, entre otras opciones.

Y para beber, cuenta con su propia cerveza artesana “KIMIKORO”, con toques de arroz, Sake y Lemongrass, además de vinos, refrescos o los cócteles deliciosos y locos para acompañar cualquier plato, ahora presentados en una vajilla completamente renovada, original y muy divertida.

KAMADO Asian Food, una experiencia tan redonda como un viaje alrededor del planeta.

PISA MORENA

Pisa Morena, con su lema 'Solo si es artesana, es pizza', ha conseguido enamorar a los amantes de este famoso plato italiano con más de 30 pizzas distintas en su carta, que pretenden adaptarse a todos los gustos. «Estiramos la masa a mano, tras fermentar durante 72 horas, y la cocinamos en horno de piedra con ingredientes frescos, nacionales e internacionales conjugando lo tradicional y lo más exótico, y orgánicos», explica Marcos, propietario de esta pizzería-restaurante, que ha sorprendido a los paladares más exigentes.

El mismo cariño con el que elaboran las pizzas lo trasladan a sus ensaladas frescas, croquetas y postres caseros que figuran en su carta, que incluye también una serie de vinos seleccionados.

Los interesados en probar estos platos únicos y diferentes pueden acercarse al restaurante Pisa Morena, en el Paseo Hospital Militar, 37 (frente a los cines Broadway), o bien hacer su pedido a través de la web o por teléfono para recogerlo en la pizzería o recibirlo en su domicilio -tienen servicio de reparto propio, gratuito y rápido-.

Además, Pisa Morena propone cursos y cenas temáticas, que son anunciadas en su propio Facebook.

RESTAURANTE EL ASRI

A Hakima le rondaba la idea y cada día crecía en ella su sueño de tener un restaurante en el que poder exhibir sus platos, que preparaba primero como afición, ahora como profesión. «La idea empezó cuando, en las reuniones familiares, yo preparaba las comidas porque me encanta cocinar. En ellas, siempre me daban aliento y sentían admiración por todo lo que ofrecía. Así mismo, en mis lugares de trabajo, les daba de vez en cuando a probar un plato dulce, y quedaban prendados».

Hace 18 años, Hakima, mujer casada y madre de cuatro hijas, se desplazó a España para estudiar y trabajar en diferentes campos no relacionados con la cocina. «Mi sueño era estudiar cocina, pero por diversas circunstancias no pude, y estudié lo que pude. Pero cada vez que podía buscaba la oportunidad de entrar a la cocina para disfrutar preparando algún plato. Hace un año, estuve pensando mucho en esto, y le dije a mi esposo: 'Debo cumplir mi sueño', y me aventuraré».

Y a pesar de las difíciles circunstancias que se encontró en el camino, gracias al apoyo de sus seres queridos abrió su restaurante. «La ambición y las ganas vencieron al miedo. En mi primer día en El Asri me invadió la emoción y la alegría. Después de meses, comenzaron a llegar señales de éxito; en general, los clientes alaban la comida Ahora, busco hacer crecer el proyecto y tener un gran restaurante que se adapte a mis clientes y desarrollarme en la elaboración de platos para satisfacer todos los gustos».

Habitualmente, el cliente ha visitado Marruecos antes o ha probado la cocina marroquí, por lo que cuando llegan a El Asri se decantan por platos como cuscús o el Tajín marroquí. «Otros quieren descubrir e identificar los tipos de platos típicos de mi país. Todo el que quiera visitarnos es bienvenido».

MALAFACHA

En 2017, Malafacha llegó a Valladolid de la mano de Nacho Martín, un apasionado de la gastronomía azteca. Esto, unido a que por aquel entonces no había ningún establecimiento de comida mexicana por el centro de la capital vallisoletana, «hizo que me pusiera manos a la obra para encontrar un local apropiado. En la mítica plaza de Cantarranas apareció un local que creía perfecto: ni muy grande ni muy pequeño y con un poquito de terraza. El ambiente de la plaza me inspiró en el nombre ya que está me recordaba al de la zona de Malasaña de Madrid. Esto, junto con una cerveza mexicana artesana que había probado, dio como resultado Malafacha. Seis años después, seguimos con las mismas ganas e ilusión que al principio», explica.

En Malafacha tratan de acercar al público vallisoletano los sabores de la cocina mexicana. «Por una parte, tenemos platos típicos tradicionales como el guacamole, la cochinita pibil, los chilaquiles o las enmoladas, entre otros, y por otra parte, hacemos también lo que se conoce como tex-Mex, más adaptada a nuestra cultura. Con esto, y añadiendo algunas ensaladas, ceviche, postres y algún plato vegetariano, conformamos nuestra carta con casi 40 platos para intentar dar gusto al máximo público posible».

El guacamole, completamente casero, y los nachos, en cualquiera de sus tres versiones, son los primeros platos más demandados por los clientes de Valladolid. «En cuanto a los segundos, hay dos más solicitados: la cochinita pibil, que también preparamos 100% en nuestras cocinas, y la degustación de tacos, más conocida como taquera. Y en postres, en el primer puesto se sitúan las crepas de cajeta pero acercándose mucho uno de reciente incorporación a nuestra carta: una tarta de queso elaborada con quesos mexicanos y que estoy seguro hará las delicias de los adictos a este postre».

Todo ello acompañado por la bebida estrella del local, su Margarita, o una cerveza bien fría para intentar transportar a sus clientes a un trocito de México.