Antonio Pérez, asesor senior de Nuevas Tecnologías Sostenibles en Banco Santander España, considera que «hace más de 20 años, Santander apostó por las renovables, siendo pionero en la financiación de los primeros proyectos que se desarrollaron en España»
«El banco tiene claro que contra el cambio climático y la transición hacia una economía más sostenible es fundamental ayudar a nuestros clientes en este proceso»
Antonio Pérez, asesor senior de Nuevas Tecnologías Sostenibles en Banco Santander España
Antonio Pérez, ingeniero industrial de profesión que lleva toda su trayectoria profesional ligada al sector financiero durante más de 30 años, actualmente es asesor senior de Nuevas Tecnologías Sostenibles en Banco Santander España.
–Hoy es el Día Mundial del Medio Ambiente, ¿de qué manera una entidad financiera como Banco Santander puede contribuir a sensibilizar a la población mundial acerca de la importancia de cuidar nuestros ecosistemas y fomentar el respeto al medio ambiente?
–En primer lugar, incorporando en la estrategia y cultura del Grupo nuestro compromiso en la lucha frente al cambio climático y la aplicación de criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ASG) en toda la operativa del banco. Queremos alcanzar las cero emisiones netas de carbono para 2050, en nuestra propia actividad y en la de nuestros clientes. Por eso les estamos acompañando y asesorando para que ellos también puedan realizar esa transición y hemos movilizado más de 115.000 millones de euros desde 2019 en financiación verde con el objetivo de alcanzar los 120.000 millones en 2025 y los 220.000 en 2030. Por otra parte, Santander en neutro en carbono en su propia actividad desde 2020 y seguimos implementando medidas y planes de eficiencia energética y sostenibilidad para continuar reduciendo nuestro consumo de energía y emisiones, además de mantener una política muy activa de concienciación y formación medioambiental entre los empleados y programas de voluntariado para contribuir a la conservación de los ecosistemas en España como es Santander Natura. Con este programa, empleados del banco y sus familias, junto a otras instituciones y ONG realizan actividades de limpieza de plásticos y residuos en playas, riberas de ríos, reforestación de bosques o colocación de cajas nido; las últimas en Baleares, Galicia y Málaga o en Palencia y Valladolid hace unos meses.
–La utilización de energías renovables mitigan el cambio climático global al no producir gases de efecto invernadero ni emisiones contaminantes. España lleva muchos años apostando por estas energías y el año pasado su utilización en la producción eléctrica nacional alcanzó el 50,3% de la producción (15,1% más que en el año anterior con un 28% menos de emisiones). ¿Cómo afrontó Banco Santander el desarrollo de esta nueva industria desde sus inicios?
–Hace más de 20 años, Santander apostó por las renovables, siendo pionero en la financiación de los primeros proyectos que se desarrollaron en España. Esta apuesta, entrañaba riegos y desafíos que asumimos para hacer nuestro crecimiento no solo rentable sino también sostenible. Hemos sido líderes en financiación de renovables durante más de 10 años, y en 2023 hemos estado entre los primeros bancos en número de operaciones y valor de estas a escala mundial, con 88 operaciones y un volumen de más de 7.000 millones de euros. Solo el año pasado participamos en la financiación y/o asesoramiento de más de 13,7GW de nuevos proyectos equivalentes al suministro de energía a 10,1 millones de hogares en un año.
–¿Qué cree que ha hecho Banco Santander diferente para convertirse en líder y consolidarse en este mercado de energías renovables?
–Los deportistas suelen decir que llegar a la cima es muy difícil pero mantenerse arriba todavía lo es mucho más. Creo que en el caso del banco la estrategia de apoyo a la sociedad y nuestra ambición por crecer, innovar y contribuir al progreso de las personas y las empresas nos ha hecho seguir queriendo ser pioneros en este ámbito. Cuando los desarrollos eólicos terrestres y solares empezaron a generalizarse, comenzamos a trabajar en los primeros proyectos eólicos marinos. Y hoy, que ya hay más de 67GW de capacidad eólica marina instalada en el mundo, estamos liderando la financiación de los primeros proyectos eólicos marinos flotantes en Europa y trabajando en los primeros en la península Ibérica.
–Hemos hablado del impacto de energías renovables en el sector eléctrico pero hay otros sectores que tienen mucha dificultad para descarbonizarse y está surgiendo un ‘boom’ actualmente de desarrollo de nuevas tecnologías que permitan alcanzar los ambiciosos objetivos medioambientales. ¿De qué manera se está preparando en el banco?
–Hace más de cuatro años, que en el Santander identificamos 6 tecnologías que consideramos críticas para facilitar el desarrollo de una sociedad sostenible y alcanzar los objetivos de descarbonización: hidrógeno y sus derivados, movilidad eléctrica, almacenamiento de energía, economía circular, captura de carbono y biocombustibles, agricultura y alimentación sostenibles... Desde entonces, estamos trabajando para apoyar su desarrollo e implementación a nivel global. Para poder cubrir de forma efectiva estos nuevos sectores, estamos ampliando nuestras capacidades reforzando equipos e incorporando talento de la industria que nos permite entender mejor la situación del mercado y las necesidades de nuestros clientes. De hecho, mi responsabilidad actual es consecuencia directa de esta adaptación.
–¿Qué oportunidades y amenazas aparecen con la incorporación de energías limpias?
–El banco tiene claro que en este frente contra el cambio climático y la transición hacia una economía más sostenible es fundamental ayudar a nuestros clientes en este proceso. Para las empresas esta transición hacia energías más limpias no solo impulsa la economía, sino que también promueve la creación de empleo verde y sostenible. Y tienen que aprovecharlo. Se abre un periodo largo de convivencia de energías limpias y fósiles en el que gradualmente las inversiones se irán destinando más hacia las limpias y la amenaza es quedarte rezagado en esta transición y que tu modelo de negocio no se adapte a las nuevas necesidades y expectativas de su mercado.
–Se dice que España se encuentra ante una oportunidad única en materia energética...
–Estoy de acuerdo porque puede convertirse en el gran generador de energías renovables de Europa y esto supone una ventaja competitiva por acceso a energía barata gracias a sus recursos solares y eólicos principalmente, infraestructuras y seguridad jurídica. Sin embargo, esto no es suficiente para acomodar el crecimiento previsto del sector con la incorporación de nuevas industrias (eólica flotante, hidrógeno y derivados, biometano, diferentes aplicaciones en movilidad, … ). Es imprescindible adaptar las infraestructuras de transporte y distribución (electricidad y gas) siendo clave el almacenamiento energético para asegurar el suministro. Y aunque a nivel europeo se ha avanzado mucho en regulación hay que aterrizarla en España para dar seguridad regulatoria en negocios a largo plazo y que permita concretar las inversiones anunciadas en muchos proyectos. Y finalmente, aprovechar los fondos europeos para canalizarlos con efectividad a los sectores que más lo necesitan.
–¿Qué potencial ve en Castilla y León?
–La región tiene un excelente recurso solar y eólico como también ganadero y agrícola –figura en primer lugar en el potencial de biometano en España–, que junto con la adaptación de su infraestructura actual (eléctrica, red troncal de hidrógeno, …) y el apoyo de la Administración existente le puede permitir desarrollar una industria verde muy competitiva. He tenido la suerte de conocer muchas empresas en la región –productores de energía renovables, de plantas de biometano, ingenierías de referencia, fabricantes de equipos, I+D de desarrollo de nuevas tecnologías energéticas– en estos dos últimos años y estoy convencido que van a ser los grandes catalizadores locales de esta nueva oportunidad.