La planta más grande del mundo tiene el tamaño de 28.000 campos de fútbol

El trabajo realizado por una estudiante australiana, Jane Edgeloe, buscaba averiguar la riqueza genética de este enorme y verde prado marino en Shark Bay. Una vez recolectadas las diez muestras tomadas en distintas partes de este pasto acuático, se cruzaron con 18.000 marcadores genéticos. El equipo de investigación esperaba hallar varias huellas digitales. Sin embargo, «¡sólo había una!», exclama Edgeloe en un comunicado de la UWA. «Eso es todo, solo una planta que se expande a lo largo más de 180 km, lo que la convierte en la planta más grande conocida en la Tierra».

Además de gigantesco, se trataría también del vegetal más longevo. Con estos mismos resultados los científicos calculan que tiene unos 4.500 años, según lo publicado en la revista 'Proceedings of the Royal Society. Biological Sciences'. El estudio genético reveló también que se trata de una plante con el doble de cromosomas habituales, lo que le permite vivir en condiciones extremas, como altas temperaturas y fuerte concentración salina. Aunque suelen ser estériles, crecen de forma constante, como es el caso de la posidonia analizada.

El aspecto más relevante para los científicos está en el hallazgo de «un solo clon poliploide», lo que habría certificado que se trata de una sola planta, explican en el artículo publicado el 1 de junio. La poliploidía, usual en las plantas con flores, «tiene el potencial de permitir que los organismos superen a sus progenitores diploides». Esto explica también el enorme tamaño del ejemplar: «la duplicación del genoma completo a través de la poliploidía, combinada con la clonalidad, puede haber proporcionado el mecanismo para que la planta se expandiera a nuevos hábitats y se adaptara a nuevos entornos que se volvieron cada vez más estresantes para sus progenitores».

Esta cualidad genética, que duplica los cromosomas, se considera un «callejón evolutivo sin salida» que puede «crear monstruos», como se había comprobado ya en las especies terrestres. Ahora se sabe que también juega un papel en las praderas de posidonia, que «habitan las costas marinas y los estuarios en todo el mundo, excepto en la Antártida», por lo general con «amplios niveles de diversidad genética». En el caso de los mares de Australia, esta posidonia casi solitaria -tiene al menos un vecino de otra especie- «recolonizó la plataforma continental».

La posidonia gigante de Shark Bay se aferra a grandes áreas de sedimentos arenosos protegidos del oleaje oceánico, indican los investigadores. «El ambiente poco profundo y protegido es ideal para el crecimiento clonal y los prados de expansión vegetativa. Durante milenios, los bancos costeros poco profundos y los umbrales marcados por la captura natural de carbono le han conferido condiciones extremas».

Hasta ahora el récord de tamaño lo tenía «un antiguo clon diploide de 'Posidonia oceanica', descubierto en el Mediterráneo occidental», que tiene 15 km de longitud. Las praderas de posidonia «pueden persistir casi indefinidamente si no se les molesta, ya que dependen de la expansión vegetativa del rizoma horizontal, en lugar de la reproducción sexual», concluye el artículo.