Con la declaración de riesgo controlado por parte de la Junta de Castilla y León, los aficionados a los bailes latinos y de salón pueden volver a las pistas con el único requisito de mantener puesta la mascarilla. El nuevo acuerdo supone un balón ... de oxígeno para las escuelas y academias puedan arrancar el nuevo curso en octubre recobrando una cierta normalidad.
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Hasta el momento solo se autorizaba el baile en pareja durante las clases a las personas convivientes lo que, unido a las distancias y reducción de aforos, ha supuesto una importante merma en el número de alumnos y, por tanto, una gran pérdida de negocio para los profesionales del baile, generalmente autónomos que se han visto obligados a cerrar sus negocios y dedicarse a otras actividades para poder sobrevivir durante los peores meses de la pandemia. La Plataforma en Defensa del Baile en Pareja de Castilla y León, que recibió ayer la comunicación oficial de la Junta, expresó ayer su satisfacción en las redes sociales por poder volver a recuperar esta actividad.
En junio de 2020, el coronavirus dejaba fuera de las pistas, tan solo en Valladolid, a 10.000 aficionados al baile y, de ellos, unos 2.000 de latinos (sobre todo, salsa, bachata y kizomba). Las escuelas –había cerca de medio centenar en Valladolid al inicio de la pandemia– han acogido la noticia con optimismo, aunque la mayoría, como RitmoLatino, una de las de mayor número de alumnos antes de la covid, han optado por el momento por mantener el mismo protocolo. Además de la mascarilla y el gel, mantienen los tiempos entre cambios de clases, el aforo limitado, la distancia entre parejas y evitan la rotación, es decir, el intercambio de bailarines en las parejas durante la sesión, informaba el profesor Marco Lorenzo en sus grupos de Whatsapp. «Por fin la comunidad del baile tiene buenas noticias, tras muchos meses de lucha y conversaciones y gracias a la unión de las escuelas de Castilla y León», señalaba el veterano bailador. Otros, como Óscar Pérez, de Bailasalsa, consideran que «hay que recuperar ya la rotación entre las parejas para animar las clases, es la esencia de estos bailes, como ocurre con las ruedas de casino».
En la discoteca Sheraton de Valladolid, donde ya retomaron el calendario de bailes la semana pasada, preparan la fiesta de apertura de curso de las escuelas, que se celebrará el próximo viernes, anunciaba con entusiasmo el gerente, Agustín Torres. En esta sala, con el aforo de la prepandemia recién recuperado, la profesora de bailes de salón Isabel Ordax daba clase este martes a un pequeño, pero muy motivado, grupo de alumnos. Otros profesores de la sala han arrancado con grupos de 25 y 30 personas y esperan que en octubre, el mes fuerte de matriculación, puedan ampliarse los cupos «si todo va bien».
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