Óscar Blanco Esteban, coordinador del Foro de la Cultura
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Óscar Blanco Esteban, coordinador del Foro de la Cultura
«La verdadera gente inteligente es la que tiene ganas de aprender»He aquí un mecenas de la cultura, en la acepción más amplia que tal término tiene como favorecedor y organizador de espacios y actividades. Óscar Blanco Esteban (Villalón de Campos, Valladolid, 1975). Coordinador del Foro de la Cultura, que este 2024 alcanza los diez de ... vida y que entre el 22 y el 25 de febrero desarrollará en la capital vallisoletana su séptima edición. Director de Cultura & Comunicación desde hace 23 años, este diplomado en Relaciones Laborales se declara poseedor, desde siempre, de una notable inquietud cultural, que le ha llevado a innovar en un ámbito en el que, precisamente, la creatividad lo es todo. Muchos en España miran hoy el Foro de la Cultura como fórmula a aplicar y desde otras ciudades lo hacen a Valladolid por contar con este espacio de encuentro, en el que grandes e indiscutibles referencias del mundo de la cultura dialogan sobre temas y materias que están a pie de calle y ocupan, y preocupan, al común de los mortales.
–¿La cultura es un nicho económico seguro?
–Nosotros podemos presumir de que llevamos ya 20 años en ello. Aunque en la gestión cultural hay una precariedad enorme. Un ejemplo: los actores españoles están en el umbral de la pobreza, con sueldos de miseria; solo el 8,17% ingresa al año más de 12.000 euros por ejercer su profesión, solo el 2,15% cobra más de 30.000 al año y de los que trabajan, más de la mitad no supera los 3.000 euros al año. Gente que realmente viva de la Cultura, es muy difícil. Con lo cual, en la Cultura o te gusta mucho lo que haces o, si no, es muy difícil vivir.
–¿A qué lo achaca?
–A que yo creo que en España, fundamentalmente, la propia sociedad no demanda la cultura...
–...¿Cómo que no demanda la cultura?
–No hay una demanda social que diga, por ejemplo, 'queremos que haya más conciertos'. Si la propia sociedad, desde la educación, desde abajo, reclamásemos que la cultura fuera importante, lo sería. Pero si no...
–Si en lugar de la expresión 'nicho económico' hubiese utilizado la de 'nicho de negocio', ¿sería yo carne de excomunión por los puristas de la cultura?
–Si te planteas la cultura sólo como nicho económico, es muy difícil, muy complicado. De hecho, nosotros hemos aguantado bien, sobre todo porque somos muy hormiguitas y siempre hemos crecido poquito a poco, pero cuando ves cualquier convocatoria pública para presentarte a algo, es que es muy difícil que te puedan salir las cuentas. Es inviable presentarte. En eso sí que soy muy crítico: la propia Administración pública fomenta esa precariedad, porque al final en una empresa que tiene un funcionamiento vía convenio no te salen las cuentas.
–¿El error de base de esa situación radicaría en que el dinero que se destina a la cultura unos lo consideren inversión y otros lo vean como gasto y que los primeros sean minoría frente a los segundos?
–La dependencia que ha habido en el sector cultural hacia la institución pública ha sido enorme y eso ha sido fomentado por la propia Administración pública. ¿Qué ha pasado ahí? Sobre todo en España, la famosa Ley de Mecenazgo lleva guardada desde tiempos inmemoriales, con lo cual la empresa privada es muy complicado que entre en cualquier proyecto cultural. Nosotros en el Foro de la Cultura sí que tenemos suerte porque el 50% es privado, pero es un caso casi insólito.
–¿En qué país hay que mirarse?
–Francia es el modelo perfecto de cómo tiene que funcionar el país para que la cultura se tenga en cuenta. Con lo cual, ¿a las empresas invertir en Cultura les interesa? No, por este problema que tienen con las desgravaciones fiscales. En España, por un lado tenemos el problema de que no hay una demanda de que la gente crea que la cultura es una inversión a largo plazo para el desarrollo personal, y luego está la dependencia que hay hacia la Administración pública, que es insostenible.
Óscar Blanco Esteban
Coordinador del Foro de la Cultura
–¿Hasta qué extremo?
–Tú no puedes plantear un proyecto dependiendo de la Administración pública, de las subvenciones. Ahí tiene que intervenir la empresa privada, pero para que intervenga tienes que ir con buenos proyectos, ellos tienen que tener una serie de ventajas...
–Más que una pescadilla que se muerde la cola, el panorama que dibuja se parece a un callejón sin salida. ¿A dónde vamos?
–A ver, es curioso porque a la vez que en España hay un talento enorme, en todo, en cine, el literatura, en arte, en artes escénicas, nunca ha habido tanto talento, nunca, eso no es proporcional. A mí se me ha dado el caso de ir a una panadería y preguntarme una persona si los que estaban actuando fuera en el Teatro de Calle cobraban. Y es que organizas un evento, el que sea, y llegan a preguntarte si conoces a un grupo de música para que amenice y la pregunta es si van a cobrar. Eso es muy español.
–Pero ahí está...
–Es que hay que valorar que hay gente que ha estudiado música o arte dramático y quiere vivir de su profesión. Tiene que haber un cambio total y que desde pequeños la gente demande cultura.
–Hay quienes piensan que la política aparece como obstáculo a la gestión cultural.
–La Ley de Mecenazgo tenía que haberse aprobado en España hace mucho tiempo. Y nadie, ni José Guirao, que fue un ministro de Cultura extraordinario, lo intentó pero no pudo. La Administración pública tiene que favorecer que haya una Ley de Mecenazgo; eso ya, como la hay en Francia. Y no, no es un obstáculo la Administración pública, pero tiene que favorecer y ha de tener un control.
–¿De qué tipo?
–Cuando hay ayudas, ha de controlar qué proyectos las reciben, si son importantes...
–Vamos, que café para todos no, ¿verdad?
–Eso es, eso no puede ser. Pero, sobre todo, lo que tienen que hacer es creérselo. La Marca España tiene mucho que ver con la cultura.
–Y en estos tiempos, con la crispación política llenándolo todo, ¿notan freno a la gestión cultural privada?
–El posicionamiento político que siempre ha habido en la cultura yo creo que ha hecho mucho daño. No lo critico, ¿eh?, pero sí es cierto que desde el 'No a la guerra' famoso y todas las reivindicaciones que hubo ha habido parte de la sociedad que 'nos ha cogido manía'... 'Ya están aquí los pesados de la cultura'... Ha habido un coste, sobre todo en el que la izquierda haya estado posicionada en causas políticas. Dicho lo cual, tampoco creo que dependa de si un gobierno es progresista o conservador para que haga bien las cosas en cultura. Siempre se asocia la cultura a la izquierda y yo eso no lo creo; al final, depende de la persona que esté y en cultura puede haber gente conservadora que lo puede hacer infinitamente mejor que alguien de izquierdas.
Óscar Blanco Esteban
Coordinador del Foro de la Cultura
–¿Malos tiempos para la cultura esta época tan internetizada?
–¡No! Estoy completamente en contra de eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Vivimos en una época maravillosa, pese a todo lo que puede haber de problemas de salud mental, de estrés... Pero en materia cultural, es alucinante. A mí me encanta la música y antes para pedir un disco siempre estaba hablando con discográficas internacionales y demás; ahora está Spotify al momento y todo con una calidad máxima. Que se critique eso, por ejemplo... ¡Pero si tienes todo, todo! La tecnología ha ayudado a la cultura de una manera abismal.
–Más impulso que freno.
–Lo tengo clarísimo. Estamos viviendo en un momento lleno de oportunidades, en materia cultural especialmente.
–Los avances tecnológicos a lo que sí están llevando es a una brecha mayor entre el medio urbano y el rural. ¿Es en el ámbito cultural donde quizá más se aprecia esa distancia?
–Ahí hay un error de base que me parece increíble. Por ejemplo, en el Foro de la Cultura, y aunque no se puedan comparar Madrid y Valladolid, este evento en Madrid pasaría absolutamente desapercibido, pero en Valladolid tenemos lleno todo. En tres horas se retiraron 5.000 entradas para la edición de este año; eso en Madrid es impensable.
–Y los pueblos, ¿qué?
–Cuanto más lo bajes al terreno, más necesidad hay. Y ahí hay un error de, para mí, no pensar en el medio rural en ese aspecto. Ahora, por ejemplo, en Paredes de Nava, donde han hecho un centro cultural, está teniendo un éxito enorme, pero del nivel de que van 500 personas como mínimo a todo en un pueblo en el que viven 2.000. En el medio rural la cultura está totalmente desatendida, pero hay posibilidades infinitas porque la gente sí que tiene una necesidad de ella.
Óscar Blanco Esteban
Coordinador del Foro de la Cultura
–Internet y la tecnología han abierto la puerta a la inteligencia artificial. ¿Un baldón para la cultura?
–Creo que sí. Soy muy favorable del uso de la tecnología, aunque sí que es cierto que a la cultura, en general, le cuesta adaptarse a los cambios. Por ejemplo, el sector del cine se adapta mucho más rápido, pero hay otros, como las artes plásticas, que les cuesta más. Yo creo que la tecnología ayuda mucho a la cultura, pero también creo que en el sector cultural, a diferencia de otros oficios, hay mucho amateur; la gente como que no sabe que tiene una empresa; porque tú puedes pintar muy bien, pero tienes que crear una estructura y eso en el sector cultural no lo hay por lo general, no se para a pensar en el plan de negocio y gestión.
–Muchos creen que la vida está en Internet y hacen de las redes sociales su espacio de debate. ¿Error cultural individual?
–El tema de las redes sociales es complicado. En general, y para eso en parte nació el Foro de la Cultura, el problema es que no nos escuchamos. No hay diálogo fluido, lo que hay es ruido. Es tremendo. Y eso en las redes sociales es enorme. Al final, depende de cómo las utilices. En la tecnología pasa eso desde los tiempos de la tele: la tele hay que saber apagarla. Y el móvil hay que saber apagarlo y encenderlo. Es cierto que crea adicciones tremendas, pero es que tú tienes que saber parar. Las redes sociales me parecen un instrumento maravilloso de comunicación, nosotros lo utilizamos mucho, pero a otros niveles no me interesan.
–El Foro de la Cultura cumple diez años y siete ediciones. ¿Han sabido 'poner una pica en el Flandes cultural'?
–Un foro como este no lo hay en España; es muy difícil encontrar espacios para encontrarse y dialogar. Y en el Foro de la Cultura, durante tres días la gente se para, nos escuchamos, intentamos aprender del otro... Siempre he creído que la verdadera gente inteligente es la que tiene ganas de aprender. Y en ese sentido, el Foro de la Cultura lo que sí ha conseguido es que la gente que va es totalmente diferente. Nunca hemos querido hacer algo dirigido a un público especializado, sino que vaya gente de todos los espectros.
–¿No está dirigido entonces ni a especialistas ni a 'culturetas'?
–No, no, no. Evito la sofisticación y lo que demando en voz muy alta es que tiene que haber espacios para el diálogo y, sobre todo, con opiniones, con gente completamente diferentes. A nosotros nos ha costado: nos han dado desde la izquierda y desde la derecha.
–El humor ocupa el foro de este año; el odio, el del anterior. ¿El tema del de 2025 será...?
–El miedo.
–Diez años del foro y cerca de alcanzar usted la cincuentena, ¿en algún momento se ha parado a pensar qué quiere ser de mayor?
–Mi única aspiración es acostarme cada noche sin ningún remordimiento y pensando que no he hecho mal a nadie; por eso reivindico mucho ser generoso. Es lo que me hace feliz.
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