Habitación del Hospital Río Hortega de Valladolid. Ramón Gómez
Castilla y León

Un verano con más covid, pocas sustituciones y 466 camas cerradas en los hospitales

Sacyl prevé reforzar la Atención Primaria con personal ya existente que implica a 26 médicos y 44 enfermeros

Ana Santiago

Valladolid

Lunes, 4 de julio 2022, 14:03

El verano se presenta duro para los sanitarios. El Plan de Contingencia de la Consejería de Sanidad prevé una reducción de habitaciones hospitalarias abiertas que responde a una reducción de actividad al haber mucha población de vacaciones, cirugías postpuestas y menor programación de consultas ... y pruebas. El cálculo de la Administración sanitaria supondrá, según previsiones, una reducción en 377 camas en los catorce hospitales.

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La media de camas habilitadas entre enero y mayo de este año ha sido de 6.745 y la media prevista entre junio y septiembre de es 6.368. En julio y agosto serán en torno a las 6.283 y 6.280 las funcionantes, respectivamente y algo más elevadas en septiembre con 6.392. Este y el próximo mes, las camas 'cerradas' serán por lo tanto unas 466. En casi todos los hospitales se reduce el número de puestos habilitados pero en alguno, los más pequeños, como Aranda de Duero (Burgos), El Bierzo y el vallisoletano de Medina del Campo incluso incrementan ligeramente su capacidad de ingreso.

En los planes de contingencia, tanto de hospitales como de Atención Primaria, se analizan los recursos y la actividad previsible pero también los posibles festejos, sobre todo si son taurinos.

En cuanto a los refuerzos, la Consejería de Sanidad incrementará con 11 médicos y 15 enfermeros los equipos de los centros de salud. Los facultativos, nueve rurales y dos para zonas urbanas, están destinados en su totalidad a Segovia. Los enfermeros reforzarán diez zonas rurales, una semiurbana y cuatro urbanas. El Bierzo dispondrá de seis; Ávila, de cuatro; Burgos y Palencia, de dos cada provincia y uno en Segovia. Junto a ellos, Sacyl reforzará la Atención Continuada con 15 médicos y 39 enfermeros. En las nueve provincias se contará con estos apoyos; pero Ávila, con tres facultativos y siete enfermeros, y Burgos con cuatro y ocho, son los más reforzados.

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Vacaciones de los profesionales

La Consejería de Sanidad destaca que «esta es una planificación y organización prevista de la atención ordinaria y continuada entre el 1 de junio y el 30 de septiembre a fin de garantizar una oferta adecuada durante el disfrute de los periodos vacacionales de los profesionales». Precisa asimismo que «la atención ordinaria en estos meses debe garantizar una oferta asistencial sin incremento de las demoras en las consultas a demanda y añade que »no se trata de contrataciones nuevas, sino que son refuerzos que realiza el personal ya existente«.

Profesionales agotados, sustituciones pocas, cada vez menos médicos de Atención Primaria (son muy difíciles de encontrar) y 466 camas cerradas que, en principio, Sacyl justifica porque al bajar la actividad se reduce la necesidad de recursos. Sin embargo, la pandemia no solo no da tregua sino que crece y la actividad quirúrgica también aumenta para dar respuesta a la alta demanda y aumento de listas de espera, con el plan de choque que abre quirófanos por la tarde.

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Críticas de SATSE

SATSE subraya que el cierre de camas y la suspensión de miles de consultas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas es especialmente grave este año cuando la séptima ola de la covid-19 está generando un progresivo incremento de la presión asistencial y las listas de espera se han «disparado» a consecuencia de la pandemia.

El Sindicato de Enfermería estima que el cierre de 8.594 camas en el conjunto del Estado, 466 de ellas en Castilla y León, supondrá la pérdida de más de 773.460 estancias hospitalarias, mientras hay más de 706.000 personas esperando ser operadas en la sanidad pública.

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la central sindical denuncia que la falta de previsión e incapacidad de las administraciones sanitarias van a convertir los hospitales en una auténtica «bomba de relojería» este verano cuando la repercusión de la séptima ola «es cada vez mayor en los centros y sus profesionales están totalmente saturados, exhaustos y sobrecargados».

Tras realizar un detallado análisis de la actual situación en las distintas comunidades autónomas, SATSE ha constatado que «desde el pasado mes de junio se han vuelto a establecer cierres programados y progresivos de camas, consultas externas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas en los centros hospitalarios del conjunto del Estado que se mantendrán los meses de julio, agosto y septiembre».

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En concreto, y según los datos recabados por el sindicato profesional, la nacional se trata de una cifra global «a la baja», ya que en distintos centros y servicios no han querido dar los datos, argumentando que dependerá de la evolución futura de la situación.

Según SATSE, las distintas administraciones sanitarias autonómicas, salvo honrosas excepciones, no solo no han aprendido nada de la pandemia, sino que no han hecho ningún caso a lo acordado por el conjunto de partidos políticos en la Comisión para la reconstrucción social y económica de nuestro país del Congreso de los Diputados, sobre incrementar de manera significativa las camas hospitalarias públicas.

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«Cerrar camas conlleva que en los hospitales no se puede garantizar una atención y cuidados óptimos al conjunto de la ciudadanía que, lógicamente, también enferma y tiene problemas de salud en verano que no pueden esperar a después de septiembre», añade el Sindicato de Enfermería.

Por su parte, los enfermeros y fisioterapeutas tienen que hacer frente a esta lamentable situación «totalmente agotados y exhaustos, tanto física como psicológicamente, al soportar una sobrecarga y tensión asistencial enorme y no haberse recuperado totalmente de la pandemia. Se carga, un año más, en las espaldas de los profesionales la responsabilidad de atender a los ciudadanos en unas condiciones muy precarias provocadas por los gestores«, apuntan.

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Por último, la organización sindical recalca que otra consecuencia negativa de los cierres estivales es que conllevan, en muchas ocasiones, el aumento de pacientes desplazados dentro del mismo hospital a otras unidades que no se corresponden con su patología, con el consiguiente riesgo añadido para su salud y seguridad.

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