Tudanca y la escenificación de una continuidad «garantizada» al frente del PSOE

Es una cuestión más de perfiles que de cuotas territoriales. La confianza de Pedro Sánchez, secretario general, en Óscar Puente y Ana Redondo, a los que ya quiso convertir en ministros antes, o en Iratxe García o la propia Esther Peña, diputada en el Congreso, ha hecho que de pronto Castilla y León esté de moda en el PSOE. Y eso también despierta algún recelo en otros territorios que históricamente han sustentado al partido a nivel nacional. Puede que se vea de modo palpable cuando llegue el momento de presentar las listas para las elecciones europeas, allá por finales de abril. Ahora mismo Iratxe García y el leonés Ibán García del Blanco forman el trocito castellano y leonés en una delegación de 21. Pero hay mucho cargo caído de las elecciones municipales y autonómicas que espera una reinserción política y Castilla y León tendrá que luchar para mantener sus dos nombres.

En esa lista para Bruselas veían algunos la última ocasión para que Luis Tudanca saliera del PSOE de Castilla y León. Y no será así. Diferentes fuentes confirman que a las opciones que tuvo de abandonar tras las elecciones autonómicas de 2022 ha respondido lo mismo: se queda. Lo que ocurre es que su primer mensaje en la noche electoral del 13-F fue de adiós. Casi un anuncio de dimisión inmediata que frenaron, en primera instancia, los secretarios provinciales del PSOE autonómico. Ahora, insisten todos, no hay más discusiones. Luis Tudanca será el candidato socialista en Castilla y León en la próxima cita electoral.

La cábala se centra en cuándo serán las próximas elecciones autonómicas. Hay quien ve un posible adelanto con las europeas. Y quien cree que no habrá movimientos por parte de Alfonso Fernández Mañueco hasta comprobar qué pasa en Galicia el 18 de febrero y en el País Vasco (podrían ser el 21 de abril, en cuyo caso una hipotética convocatoria no llegaría a tiempo de coincidir con las europeas). Y por supuesto quien considera que no habrá movimientos salvo que Génova obligue a Mañueco a actuar en ese sentido.

La confirmación de Luis Tudanca como líder y cambios como la salida de Virginia Barcones rumbo a Madrid llevará al PSOE de Castilla y León a «renovar equipos» en los próximos meses. Lo anunció Ana Sánchez, secretaria de Organización del partido en Castilla y León. «Habrá un antes y un después de La Coruña», dijo. «Vamos a hacer una renovación de los equipos, tanto en el partido como en los distintos órganos de dirección. Y vamos a constituir grupos de trabajo en Educación, Dependencia, Sanidad y Vivienda», señaló. Cambios que se diseñarán desde el próximo comité autonómico, que se celebrará el 9 de febrero, y se certificarán en una escuela de Gobierno, en Salamanca, que tendrá lugar en marzo.

Y por el camino ya ha quedado claro que el argumentario será clave. Especialmente en un asunto, el de la amnistía a Puigdemont y otros responsables del 1-O. Lo que trasluce de las primeras sesiones es la apuesta por el factor económico. El salario mínimo, las cifras de desempleo, el fortalecimiento de las empresas. Aclarar las cuestiones relativas a la quita de la deuda, que se extenderá a todas las comunidades. Hay incluso quien cita al CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas). «La amnistía solo preocupa al 0,6% de los ciudadanos», según el barómetro de este organismo, dicen. Aunque en Castilla y León, admiten, es un discurso que hace daño.

Ana Sánchez opta por defender desde el minuto 1 el ideario de La Coruña, antes incluso de que se cierre la convención política. «Estamos gobernando de facto los socialistas en Castilla y León. Estamos gestionando gracias a la estupenda gestión de los fondos europeos que el presidente cerró con el peso específico de Iratxe García», dice. Que hasta en eso quiere presumir la federación castellana y leonesa del PSOE.