Esperanza y María del Mar, junto al Fray Luis de León. RODRIGO JIMÉNEZ
Empleadas con contrato fijo discontinuo

«Trabajamos nueve meses y cobramos el paro los otros tres desde hace décadas»

Esperanza Brezmes y María del Mar García, amigas desde los tiempos del colegio, suman 42 años cotizados

Domingo, 12 de junio 2022

Entre las dos suman más de 42 años cotizados y aunque ambas tienen un contrato fijo discontinuo, su trayectoria es distinta: Esperanza Brezmes procede de un contrato indefinido y María del Mar García, de uno eventual por obra o servicio. Amigas desde los tiempos ... del colegio (el Fray Luis de León), se encontraron años después en la misma empresa del sector de la limpieza de colegios y ahí siguen, Esperanza en el Fray Luis de León y María del Mar en el Vicente Aleixandre, tras haber pasado también por el Fray Luis.

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«Tuve un contrato temporal por obra con el que estuve cuatro años, un periodo que no parece muy normal para este trabajo, que no tiene nada de obra de duración determinada. Después pasé a fija discontinua, algo que en el sector de la limpieza se empezó a hacer hace ya años», explica María del Mar. Para ella, el fijo discontinuo «era el contrato idóneo para poder conciliar, ya que quería tener familia y, al trabajar en un colegio, el calendario laboral era coincidente con el escolar».

Esperanza, que firmó su contrato fijo discontinuo hace ocho años, antes era indefinida pero se da por satisfecha al haber podido conservar la jornada completa, algo que en los tiempos actuales no sucede porque todas las incorporaciones en el sector se hacen a tiempo parcial.

Largas 'vacaciones' de verano

Los dos meses de verano que cierran los colegios, estas trabajadoras van al paro. No el primer año, ya que hace falta acumular un determinado periodo de cotización a la Seguridad Social, pero una vez adquirido el derecho, cuentan con 18 meses de prestación que consumen, básicamente, a razón de dos meses al año. Los primeros seis meses cobran el 70% de la paga y a partir de entonces, el 50%.

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«Por las características de nuestro trabajo no nos planteamos trabajar en verano –señala Esperanza–, pero sí conocemos a quienes tienen más tiempo de inactividad o menos horas al día y complementan con otros empleos».

Tanto María del Mar García como Esperanza Brezmes, que ya cuentan los meses que les faltan para cumplir 65 y poder jubilarse, están perfectamente al corriente de las características, condiciones y peculiaridades de su contrato. Controlan, por ejemplo, cuál sería la indemnización a la que tendrían derecho en caso de despido, mayor que en los eventuales por obra ya desparecidos. «Sabemos lo que hay que saber, los años que hemos trabajado con derecho a indemnización de 45 días por años y cuántos a 33, después de la reforma», comentan.

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Una desventaja

Pero, a la vez, advierten: «Con la antigüedad que tenemos, sale más a cuenta matarnos que despedirnos». Yeso que, como es norma en el sector, cada cuatro años «cambian de uniforme». Las empresas suelen acceder a contratos de limpieza de colegios por ese periodo de tiempo, tras el cual la siguiente subcontrata subroga a las trabajadoras con las mismas condiciones contractuales y antigüedad.

También son muy conscientes de que el fijo discontinuo ha perdido alguno de los beneficios que antes sí tenía. «No es posible acceder con este contrato al programa de relevo cuando te acercas a la jubilación», lamentan. Yes que para alguien con 40 años cotizados, poder pasar el testigo a alguien más joven y entrar un poco antes en este modelo de 'retiro a plazos con ventajas', es una opción más que apetecible.

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