La Plaza del Coso de Peñafiel es uno de los recintos taurinos más peligrosos de Castilla y León. Este es el único lugar del mundo ... en el que se sueltan de manera simultánea novillos por dentro y por fuera del ruedo y esta circunstancia convierte este espacio en un hervidero de aficionados del 14 al 18 de agosto. La afluencia de público durante las fiestas de este año ha sido notable y los astados han puesto a los mozos en apuros en muchas ocasiones. Uno de los aficionados que este año ha estado más cerca del peligro es el vecino de Campaspero Rubén Prieto, que tuvo problemas para entrar a un portal mientras un novillo le lanzó dos derrotes. «Le ha metido el cuerno», gritaron desde los balcones aledaños al ver la escena. Pero, por fortuna, estaban equivocados, tal y como asevera el propio Rubén. «Al final solo tengo un varetazo porque el toro estaba muy bien afeitado. Le faltaban por lo menos cuatro centímetros de pitón y eso es lo que me ha salvado de una cornada en una zona muy delicada, entre el pulmón y el corazón», explica.
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Ese toro y todos sus hermanos de la ganadería Arriazu estaban afeitados, como marca la normativa, pero lo estaban a conciencia. ¿Casualidad? El concejal de Fiestas de Peñafiel, Javier Bernabé, explica que no. No fue cosa del azar. «Unos días antes de las fiestas, después de haber elegido a los toros, llamé personalmente a los ganaderos para pedirles expresamente que afeitaran bien los toros. Los animales tienen que venir afeitados por obligación, pero podemos cortar el cuerno lo mínimo o hacerlo un poco más y optamos por la segunda opción porque hemos elegido encastes que son 'dinamita pura'. Los toros de casta navarra -como el que dio un varetazo a Rubén Prieto- tienen mucho peligro, especialmente por fuera del ruedo», apunta Bernabé.
¿Si la normativa exige que se afeiten todas las reses de más de dos años que salgan a festejos populares, por qué en unos lugares se despuntan más y en otros menos? El ganadero Pedro Caminero responde así a la pregunta: «hay pueblos en los que les gusta que el despunte sea lo más disimulado posible para mantener la integridad del toro. También es cierto que ha habido muertes y cogidas fuertes con toros despuntados», indica el ganadero.
La doctora Asunción Caminero ha sido la encargada de tratar, dentro del equipo dirigido por la cirujana Marta Pérez, a los heridos en las fiestas de Peñafiel y explica que esta es una buena iniciativa para evitar cornadas en festejos populares, pero también tiene sus riesgos. «En esta temporada hemos tenido que tratar unas cuatro cornadas internas que luego hay que abrirlas. Los toros afeitados no dan cornadas, pero sí las pegan internas. Si tenemos la suerte de que hay un experto que ve que la cornada está envainada y que hay que abrirla y drenarla, no hay problema. Pero también se corre el riesgo de que se trate como una contusión y se complique después», explica esta médico, que se ha criado entre toros bravos en la finca de su familia de Carrión de los Condes.
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