Una temporada gripal con dos olas y más variantes

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Los informes epidemológicos del Instituto de Salud Carlos III recogen que «la tasa de gripe en AtenciónPrimaria describe una segunda onda estacional» y al tratarse de la circulación de diferentes tipos de forma predominante, algunos especialistas hablan de una segunda epidemia. Se la llame como fuere, lo cierto es que ha habido dos ondas marcadas de gripe, dos repuntes que constatan hasta los consumos de medicamentos y, sobre todo, las redes centinelas. Y así lo avala también el Centro Nacional de Gripe ubicado en el Clínico de Valladolid. «Primero fue la A H3 la que predominó, la habitual en los últimos años, no ha parado de venir, y en este repunte son la B y la AH1 las que más circulan, especialmente entre los más jóvenes que además están sin vacunar», destaca Iván Sanz Muñoz, responsable del citado centro.

Explica que «este año se ha vacunado muy temprano, de forma correcta por la situación de las enfermedades infecciosas respiratorias, pero eso hace que a estas alturas se haya perdido protección inmunitaria, los anticuerpos van en descenso. Además, la gripe ha venido mucho antes de lo esperado y tras perder fuerza la epidemia, ha vuelto desencadenarse otro pico», añade. Explica así que «entre que la efectividad de la vacuna antigripal va descendiendo y que el virus continua evolucionando a medida que pasan los meses y la cepa salvaje circulante cada vez se va pareciendo menos a la cepa vacunal, hemos llegado a esta situación y estamos con una temporada rara. Nos encontramos ahora con unas vacunas puestas muy pronto, sobre todo en octubre, y con una segunda epidemia en la misma temporada que empezó casi en marzo. Todo un reto», señala Iván Sanz.

«El comportamiento de la temporada es raro;pero cabe esperar que ya en la epidemia gripal de 2023-2024 haya una normalización del comportamiento de la gripe y de otros virus respiratorios que este año también han tenido un comportamiento desigual y menos habitual. El sincitial (VRS) ya en este año, tras dos de pandemia, se ha normalizado y ha tenido un comportamiento epidémico normal con su curva, su pico y su descenso, y es previsible que siga esta tendencia con el rinovirus o la gripe porque ya hemos tenido contactos naturales, hemos recuperado el sistema inmunitario de siempre, sin las mascarillas», destaca. Y añade que es importante que «las vacunas que no se logren poner antes de fin de año, deben seguir poniéndose en estos meses, que la campaña no acabe, porque las personas se pueden seguir beneficiando de esta inmunización.

Este desarrollo, aunque para el sistema sanitario «es mejor porque no hay un pico abrupto que sature las urgencias, consultas e ingresos, supone un goteo de casos. A nosotros nos obliga a estar todo el año con una vigilancia que antes se concentraba en unos meses. Hemos tenido gripe en pleno verano, antes eran casos esporádicos y normalmente importados», añade este especialista.

No obstante, los últimos datos de la Red Centinela de Castilla y León apuntan ya a una caída de la incidencia de esta segunda ola; aunque «se mantiene por encima del umbral epidémico. El descenso se observa en todos los grupos de edad salvo en los jóvenes de 15 a 24 años que es en el tramo de edad donde esta segunda fase ha hecho más mella. La onda de gripe parece haber alcanzado su máximo y estar en fase de remisión.