En febrero, el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León aprobaba un techo de gasto de 10.167 millones de euros para este año. Este martes, pandemia por medio, Alfonso Fernández Mañueco anunció que ese límite se fijará en 11.000 millones. ... Y eso, añadió, a pesar de la «caída de ingresos a cuenta del sistema de financiación autonómica».
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«Tendremos que endeudarnos en torno al 1% del PIB», anunció el presidente de la Junta, que alardeó de que la comunidad autónoma lo hará «sin subir los impuestos». Y es que durante la jornada sobrevolaron el hemiciclo, incluso en el segundo punto del orden del día, el de interpelaciones, los impuestos. Entre ellos, la propuesta de aumentar el IVA a algunos productos «como manda Europa», según el PSOE, o la subida a las bebidas azucaradas, un ataque al sector remolachero, desde el punto de vista del consejero de Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, que atacó con idéntico argumento los impuestos que afectan a la automoción. «He venido a hablar de su política fiscal, que le estoy interpelando a usted,no de la del Gobierno central. No tiene datos y viene aquí a hablarme de la Coca Cola», le replicó la socialista Rosa Rubio.
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