Tiniebla y pedernal sobre las sedes del PSOE: ahora Cerdán, trás Ábalos, Koldo...
Cargos dimitidos por indicios de corrupción, grabaciones, 'exmilitantes' que enmierdan a la UCO y familiares de Sánchez investigados dibujan un panorama que lastrará la mochila electoral de los líderes autonómicos socialistas
Susana Escribano
Sábado, 14 de junio 2025, 16:59
Pecina en vena y sin bayeta ni cargamento de zotal que pueda desinfectar a estas alturas. «Apunta que han votado y mete las dos papeletas... ... Sin que te vea nadie», ordenaba Santos Cerdán a Koldo García en las primarias que ganó Pedro Sánchez a Eduardo Madina. El «resentido», según el ministro Óscar Puente, por decir que lo de Leire con la UCO de la Guardia Civil y todo lo demás era una vergüenza.
Y de aquel episodio de Cerdán y las primarias, a tirarse años haciendo cuentas con el cortador de troncos y José Luis Ábalos sobre mordidas a cambio de contratos, con cifras que no junta un trabajador honrado en su vida laboral por larga que sea, todo vino rodado. Eso, 'Jesisueldos' aparte, que diría mi compañero A. G. Encinas, para colocar amigas, amantes, parejas que cobran sin trabajar en una empresa pública y que revientan cualquier mensaje de limpieza democrática con un tinte de machismo casposo de postguerra.
Hablamos de dos secretarios de Organización del PSOE, los que cortan el bacalao en la sede central del partido. Uno de ellos ministro de Fomento. Por encima solamente tenían a Pedro Sánchez. En el partido y en el Gobierno. Unos cargos políticos con una sistemática de funcionamiento de años bastante sucia, a tenor de los mensajes y audios que jalonan un informe policial de 490 páginas. Quien iba a decir a Ábalos y a Cerdán que a Koldo le adornaba la cualidad de grabar compulsivamente y archivar con escrupulosidad prusiana tanta conversación con interés judicial.
Pedro Sánchez pide perdón y dice que se siente decepcionado. Es complicado, rozando lo increíble, que la corrupción apunte durante años a un ministro y dos secretarios de organización y que su inmediato superior, presidente del Gobierno y secretario general del partido, en el mejor de los casos no se enterara de nada.
Sánchez intenta encapsular los daños en torno a quienes fueron sus dos lugartenientes. Anuncia una auditoría externa para demostrar que ese trinque del que Cerdán, Ábalos y Koldo hablaban con desahogo no acabó financiando al partido. Poco más que tiritas para un enfermo que necesita un desfibrilador. Quizá el ministro Puente se anime a rehacer aquellas auditorías internas que salieron impecables, sin mácula, sobre los contratos del ministerio en la etapa de Ábalos. O ahora lo haga el juez instructor.
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El techo político de esta semana puede ser el suelo de la próxima, con grabaciones, mensajes, cargos dimitidos, 'exmilitantes' que enmierdan y familiares investigados del presidente, caso del hermano y la esposa. En letra de copla, un 'nublao de tiniebla y pedernal' plantado sobre el PSOE y que resta crédito a los futuros candidatos autonómicos. En Castilla y León, Carlos Martínez, que va sumando lastre a la mochila electoral.


Salvo casos contados, los chavales no estudian hoy Latín en el instituto. No se estrenan traduciendo a Cicerón y su famoso '¿hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia?' Una pregunta que deben hacerse muchos militantes, votantes ayer y exvotantes hoy del PSOE con lo que está ocurriendo.
«A veces, todo es exactamente lo que parece. Y no hay más que una solución. Primero el país, luego el partido y, por último, uno mismo». Eso decía Luis Tudanca, tras la dimisión de Cerdán, a riesgo de terminar en el paquete de los 'resentidos' del partido en un momento en el que hay dirigentes borrando fotos con el dimitido. Puede que una sea la eurodiputada Iratxe García, que compartía instantánea en la reunión que resucitó a Puigdemont en Bruselas tras las elecciones de 2023.
O el leonés Javier Alfonso Cendón, que con la bendición de Ferraz y Cerdán armó unas primarias contra el alcalde de León famosas por la estrategia de los pisos patera, que acumulaban militantes de última hora recién empadronados. El regidor José Antonio Diez, que también se las tuvo con Koldo, resistió.
O Manuel Arribas, que acompañó a Cerdán el jueves en el Congreso. El abulense, que ganó notoriedad por compartir mesa con el 'Tito Berni', a punto estuvo de quedarse sin escaño en 2023. Entró en la lista de Ávila por orden del núcleo duro de Ferraz y desalojó de la candidatura a la compañera elegida por los militantes abulenses.
Hay fotos duras desde el principio y otras que se malean con el paso del tiempo.
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