Lástima, los Reyes Magos no son políticos

Aplico la regla de los tres regalos que implantamos en casa para poner coto al desmadre de juguetes (uno encargado por la familia materna, otro por la paterna y el de los padres) y pienso en mis tres deseos de futuro. Qué gusto daría escribir noticias sobre el repunte de la natalidad en Castilla y León. Hablar de recién nacidos y dejar de estar en negativo, o a la cola del país incluso cuando en excepcionales ocasiones avanzamos pírricamente y desde la oficialidad intentan colar el argumento de que se invierte la tendencia porque pasamos de la estadística paupérrima a la cifra pobre. Los 20.486 niños nacidos en 2010 en Castilla y León cayeron en 2023 a 12.496.

El primer deseo va ligado al segundo. ¿Qué tal si en lugar de titular informaciones con la marcha de jóvenes a Madrid, a Barcelona o al extranjero en busca de un trabajo acorde a su currículum podemos publicar que se quedan aquí? Adiós a esa 'operación añoranza' de emigrantes 5.0, con sus grados y sus másteres, que vuelven a casa por Navidad y por las fiestas de verano. Solo el saldo de movimiento de jóvenes entre autonomías en 2022 dejó 2.595 bajas en el padrón de Castilla y León.

Dos encargos para Melchor y Gaspar, y Baltasar que se ocupe del tercero. Quiero dejar de leer informaciones sobre consultorios en los que no hay médicos ni enfermeras y hospitales con puestos sin cubrir de oncólogos o anestesistas en un sistema sanitario autonómico de contrastes. Prestaciones y profesionales de primer nivel conviven con el mal crecedero de las plazas de difícil cobertura y la gestión de listas de espera dispares, con demoras desiguales según provincias, hospital y especialidad, que convierten en quimera la igualdad de acceso a la sanidad.

Con esas tres cosillas ya tendrían tarea sus majestades de Oriente... Ah, lástima que los Reyes Magos no sean los políticos responsables de gestionar los servicios públicos, de tomar medidas para mejorar, incluso de aprender a llamar por su nombre a las cosas, que es el primer paso para poder cambiar esa realidad pendiente de reforma, de financiación, de medidas a largo plazo.

Esos son los tres deseos potentes, pero ya en el lote y con el calendario político que se otea para el 2025, quizás podrían dejar los Magos entre la Junta y las Cortes de Castilla y León un lote del juego electoral de la oca, no sea que a Alfonso Fernández Mañueco le dé por adelantar elecciones y regalar a los castellanos y leoneses un domingo de votación y escrutinio en 2025.

Y junto a ese 'de oca a oca' electoral, que sumen también sus Majestades de Oriente un 'Pasapalabra'. Pero adaptado, de argumentarios elementales, como si el juego lo patentara Perogrullo. Algo básico que sirva para practicar cómo no inmutarse ante promesas incumplidas o posicionamientos seguidistas, y a veces contradictorios con el interés de los empadronados en Castilla y León, que se marcan desde las direcciones nacionales.

Se me olvidaba, que dejen un ábaco de bolitas de colores. Ese con el que los niños chicos aprenden a sumar y a restar. Hay que refrescar aritmética en el pleno de las Cortes, tras una votación (la propuesta del PP sobre una terna de magistrados para el TSJ) en la que 31 votos a favor valieron más que 35 en contra. El vídeo de ese momento, con el presidente Pollán (Vox) solo contra todos, sin asesoramiento letrado efectivo y con los dirigentes del PP silbando al descuido no lo supera El Club del Chiste.Si no fuera algo serio.

Que los Magos de Oriente sean generosos y el 2025 que vamos a estrenar, vivible.